En el sector de la restauración colectiva, las primeras prácticas de prevención de riesgos se centraban en cuestiones básicas, como la higiene personal y la manipulación adecuada de alimentos. Con el crecimiento del sector, el avance de la tecnología y la creciente conciencia de la importancia de salvaguardar el bienestar de las personas trabajadoras, se han intensificado los esfuerzos para abordar tanto los riesgos propios de la actividad como los riesgos emergentes derivados de la introducción de equipos más avanzados, sistemas de información y la descentralización geográfica de las operaciones.
Actualmente el sector de la restauración colectiva se enmarca en un entorno de alta complejidad derivada principalmente de la mano de obra intensiva y la dispersión geográfica, así como de mucha incertidumbre tanto a nivel operativo como a nivel económico. Todo ello ha introducido nuevos desafíos en términos de seguridad y salud laboral, y la necesidad de un enfoque más integral y proactivo se ha vuelto más que evidente. Es necesaria una nueva manera de pensar para una nueva manera de hacer.
Filosofía Lean
En este sentido, la filosofía Lean, originada principalmente en el ámbito operativo de la industria automovilística, ha encontrado también su aplicación en la seguridad y salud laboral. Esta filosofía se puede resumir en tres ideas básicas: aportar valor, eliminar todo lo que no aporta valor (desperdicios) y la mejora continua con el objetivo de dirigirse hacia la excelencia.
La aplicación a nuestro campo de los principios Lean se traduce en varios aspectos clave. Empezando por la identificación de desperdicios, debemos analizar y cuestionarnos las prácticas, procedimientos y procesos existentes, para identificar redundancias, excesos o deficiencias y todo aquello que no aporta un valor real para garantizar la seguridad y salud: ¿estamos llevando a cabo una efectiva coordinación de actividades efectiva? ¿Son realmente necesarias todos los procedimientos existentes? ¿Los procedimientos están ajustados a la realidad y a lo estrictamente necesario?
Una vez analizados y eliminados los desperdicios, es necesario establecer una estandarización de procesos y procedimientos y un uso eficiente de los recursos, buscando maximizar la eficiencia en su aplicación. Esto implica la adopción de tecnologías y/o herramientas lo más sencillas y agiles posibles que puedan mejorar la gestión sin generar excesos innecesarios: ¿todas las medidas propuestas están ajustadas a lo estrictamente necesario?
Oportunidades de optimización
Con una perspectiva de mejora continua, este ciclo debe continuar siempre en busca de oportunidades de optimización y persiguiendo el objetivo de poder anticipar a posibles riesgos para abordarlos proactivamente. Como dice acertadamente el refrán, siempre es mejor prevenir que curar (o reaccionar ante el fallo). Un buen análisis de datos históricos y/o del contexto, y un aprendizaje extraído de ellos nos permiten establecer medidas preventivas que van desde la capacitación hasta la implementación de nuevas tecnologías o equipos de protección, pare evitar eficazmente que se materialicen los peligros.
Para todo ello, es esencial involucrar a todas las personas de la empresa en la identificación de riesgos y soluciones, promoviendo una cultura de responsabilidad compartida, donde cada persona empleada debe sentirse responsable de su seguridad y la de sus compañeros y compañeras, sin que ello se vea como una tarea “extra” que tengan que realizar en su día a día. Esto se logra mediante la capacitación y formación, la concienciación continua y la creación de un entorno donde las personas se sientan cómodas informando sobre posibles riesgos sin temor a represalias.
De manera general, en el contexto de la restauración colectiva, esta manera de trabajar ofrece una clara sinergia entre eficiencia operativa y prevención proactiva de riesgos: la estandarización garantiza que cada persona empleada, independientemente de la ubicación, se adhiera a protocolos que no solo mejoran la seguridad en sí, sino que también promueven una buena cultura preventiva; la eliminación de desperdicios aumenta la eficacia operativa, no solo reduciendo riesgos, sino que también liberando recursos; y la mejora continua se traduce en una adaptabilidad constante a las cambiantes necesidades.
No obstante, la dispersión geográfica presenta desafíos singulares: la coordinación efectiva requiere estrategias específicas, sistemas de gestión centralizados e integrados y una comunicación eficiente para garantizar la implementación de los protocolos establecidos; las diferencias culturales y las variaciones en la interpretación de dichos protocolos pueden afectar la uniformidad en su implementación, de manera que la formación, sensibilización y concienciación se deben adaptar a dicha dispersión geográfica y a esa diversidad cultural.
En conclusión, la aplicación del Lean Safety en empresas con dispersión geográfica y mano de obra intensiva ofrece beneficios sustanciales mejorando la propia seguridad laboral y contribuyendo a la eficiencia operativa y la sostenibilidad a largo plazo de la empresa, pero los desafíos inherentes para lograr una exitosa implementación implican la necesidad de estrategias cuidadosamente diseñadas. Así la coordinación efectiva, la atención a la cultura organizacional, la implementación de programas de formación y concienciación, la gestión eficiente de datos y el cumplimiento normativo se tornan esenciales.
Sobre Serunion
Serunion es una compañía de restauración de colectivos en España que, con una trayectoria de más de 30 años en el sector, nos hemos convertido en una de las empresas con mayor peso en el ámbito de la restauración del país. Alcanzamos una cuota de mercado de más del 24%, y somos la compañía líder gracias a la confianza que depositan en nosotros los más de 3.030 centros de restauración a los que damos servicio y a las más de 20.600 personas colaboradoras que conforman nuestro equipo y que ofrecen cada día un servicio de calidad y cercano, adaptado a las necesidades de sus comensales. Presentes en todo el territorio nacional, en Serunion servimos más de 500.000 menús al día y operamos en áreas tan diversas como la educación, empresas, sanidad, residencias de la tercera edad, vending y catering de autor, entre otros.
Por ejemplo: ¿estamos llevando a cabo una coordinación de actividades efectiva o solo está centrada en un mero intercambio de documentación? ¿Son realmente necesarias todas las firmas que actualmente solicitamos? ¿Los procedimientos están ajustados a la realidad y a lo estrictamente necesario? ¿qué elementos asumimos “por si acaso”?
