Podríamos decir que la prevención de riesgos laborales tiene tres fases diferenciadas y consecutivas en el tiempo:
- Identificación de riesgos.
- Evaluación de riesgos.
- Control de riesgos.
El control de riesgos se realiza no únicamente realizando las medidas preventivas, que normalmente son técnicas u organizativas, que se establecen en las evaluaciones, sino que debe existir un sistema que asegure un adecuado control de los riesgos, para no solo realizar las medidas establecidas, sino para mantenerlas en el tiempo.
En la tabla 1 se muestran los datos extraídos de una de nuestras filiales en el extranjero, destacando siempre que no son contrastables, pero que si nos ponemos a analizar tienen una lógica importante, indican lo establecido en el esquema que recoge.
En cierto modo debe hacernos meditar si es cierto este enfoque o no, y lo importante no son los porcentajes, sino una afirmación con la que creo que estamos todos de acuerdo: hasta ahora el enfoque lo hemos realizado en gran medida en las condiciones materiales, pero no tanto en las conductas y comportamientos.
Para mantener las medidas en el tiempo, debemos tener en cuenta las condiciones materiales y los comportamientos del personal y establecer medidas para controlarlos y que sean cada vez más seguros. Por una parte, debemos diferenciar lo que sería Inspección y control de las condiciones materiales y lo que sería observación del comportamiento y actitudes del personal.
• Conducta – ‘Actuar de un cierto modo o manera’, ¿Cómo determinamos cual es la conducta esperada?
• Condiciones – ‘el estado de una cosa’ ‘situación o alrededores’.
¿Cómo determinamos cual es el estado esperado de los alrededores?
Las condiciones materiales de seguridad de una instalación tras su diseño e implantación deben ser controladas mediante un adecuado programa de mantenimiento preventivo que contemple las inspecciones de todos los elementos clave en la vida del sistema, verificando su correcto estado y renovándolos en el momento oportuno, antes de que su fiabilidad de respuesta alcance tasas de fallo inaceptables.
La «inspección de seguridad» es una técnica importante para la prevención de riesgos de accidente, permitiendo la identificación de deficiencias en las condiciones materiales, así como el control de las medidas existentes para evitarlas. Aunque esta técnica considera los cometidos de los trabajadores y su exposición a los peligros de accidente, suele estar más orientada a evitar y controlar las deficiencias de las instalaciones, las máquinas y los equipos, y en general, las condiciones materiales de trabajo.
También existe otra técnica básica y complementaria a la que denominamos «Observación del trabajo (Seguridad)».
En el cuadro 1 podemos ver claramente, la diferencia que, a criterio de nuestra empresa, establecemos entre inspección y observación.
Los objetivos de la seguridad conductual son los siguientes:
1. Aprender las razones básicas por las que la gente cumple o no cumple las normas.
2. Desarrollar observación de seguridad y compromiso: cultura preventiva.
3. Identificar nuevos modos de mejorar la conducta segura a través de nuestras acciones.
4. Involucrar a los trabajadores en la sugerencia de maneras de trabajar con más seguridad.
5. Identificar actos o comportamientos inseguros o inadecuados y situaciones peligrosas.
6. Determinar necesidades específicas y efectividad de la formación de los trabajadores.
7. Verificar la necesidad, la idoneidad o las carencias de los procedimientos de trabajo.
8. Corregir «in situ» de forma inmediata y por convencimiento situaciones y actos inseguros.
9. Refuerzo de la conducta esperada: reconocer y recompensar las conductas seguras a los trabajadores. Reforzar hábitos positivos.
10. Identificar nuevos modos de mejorar la conducta a través de nuestras acciones.
Es muy importante que la gestión de la seguridad conductual no la realice directamente el servicio de prevención: este debe actuar de asesor y controlar que todo funcione según los objetivos de la empresa, sino el responsable de cada centro o departamento, recibiendo toda la información para así asegurar un conocimiento directo sin intermediarios y poder tomar decisiones.
Las fases de implantación del plan de seguridad conductual en una empresa agrícola podrían ser los siguientes:
1. Diseño y preparación.
2. Selección de observadores.
3. Formación y herramientas.
4. Realización de las observaciones/conversaciones.
5. Evaluación y control del sistema.
6. Campeones en seguridad de la plantilla.
7. Grupos de mejora.
8. Otros…
Y cuando el plan ya esté en marcha y funcione, se debe nombrar a un responsable de seguridad conductual, en el caso de que el responsable del centro o departamento no pueda realizar dicho cometido directamente.