La enfermedad de la COVID-19 ha supuesto un cambio a nivel global en la forma en que nos relacionamos entre las personas y ha obligado a adoptar por parte de las empresas diferentes medidas de seguridad que afectan a los entornos de trabajo para garantizar, en la medida de lo posible, la salud de todos los trabajadores.
Entre las diferentes medidas que se han aplicado se encuentran aquellas que, principalmente, afectan a las medidas higiénicas, las destinadas a promover el distanciamiento social (la llamada distancia social de seguridad) y han convertido a determinados equipos de protección individual (EPI) que hasta la fecha eran más propios de algunos campos de trabajo y/o sectores –como el sanitario– en elementos que conviven con nosotros en el día a día.
De entre todos los elementos de protección que hemos ido conociendo estos meses hay uno del que no se ha escuchado hablar mucho, salvo en foros muy concretos, como es el vestuario laboral y su importancia como herramienta de protección básica para los trabajadores en el entorno laboral respecto la COVID-19.
El vestuario laboral, con el paso del tiempo, se ha convertido en una herramienta de protección más de los trabajadores en el entorno laboral y, además, como una herramienta más vinculada a la imagen corporativa de las compañías pues el uniforme aporta un alto impacto visual que contribuye a la buena imagen de marca y es clave en el marketing promocional de las compañías, por lo que transmitir a nuestros clientes que se adoptan todas las medidas de protección al alcance de nuestra organización es básico en el actual contexto de pandemia que estamos viviendo, así como trasladar que la COVID-19 ha transformado drásticamente el mundo laboral y de las empresas, las cuales se han visto en la necesidad de implementar toda una serie de protocolos y medidas de seguridad para adaptar los entornos laborales y garantizar que los trabajadores desarrollen sus funciones en unos entornos adaptados y con la máxima confianza y, a su vez, garantizar la seguridad de todos los clientes que utilizan las instalaciones de la organización.
Desde ESCID, la división de suministros de Grupo SIFU, somos proveedores de vestuario laboral y de EPIS y disponemos de un amplio catálogo de prendas y vestuario laboral que cumplen con el Reglamento (UE) 2016/425 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2015 frente a agentes biológicos. Este tipo de vestuario ofrece distintos niveles de hermeticidad tanto en su material como en su diseño y cubre diferentes partes del cuerpo (batas, delantales, manguitos y polainas) o de cuerpo completo.
En el ámbito más sanitario distribuimos prendas certificadas como producto sanitario de acuerdo con el Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, con el fin de impedir la transmisión de gérmenes desde el personal sanitario al espacio de trabajo, a los pacientes y evitar así una posible propagación de la infección del virus.
Además, desde ESCID hemos desarrollado otra tipología de productos, más vinculados a los EPI, como son el kit de seguridad básico, que incluye una mascarilla higiénica de 2 capas y una toallita higienizante con un 70% de alcohol, que podemos personalizar a demanda de nuestros clientes y que constituye un elemento de protección para todas las personas que visitan las instalaciones y un elemento diferenciador de comunicación con el que promocionar la imagen de la organización.
Dada la situación actual, el vestuario laboral y los equipos de protección individual (EPI) son piezas claves de protección, pero es indispensable que vengan acompañados de otras medidas que contribuyan a garantizar la correcta prevención y seguridad de nuestros trabajadores.
Auditoría en bioseguridad
Las medidas de seguridad que desde Grupo SIFU hemos desarrollado para ayudar a las organizaciones a implantar diferentes medidas para garantizar la salud de sus trabajadores y usuarios van desde la higiene y desinfección hasta la gestión de espacios y/o el suministro de equipos de protección.
Por ello, en Grupo SIFU realizamos a nuestros clientes que así lo solicitan, y sin coste, una auditoría en bioseguridad en la que analizamos las instalaciones, el uso que se hace de ellas y los procesos productivos de nuestros clientes para determinar qué medidas se están aplicando en la actualidad para prevenir el contagio de la COVID-19 y definir una guía de actuación con las medidas que se recomienda implantar para asegurarse que no se está poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y usuarios de las instalaciones y qué disponen de todos los materiales adecuados en materia de vestuario laboral y EPI necesarios para realizar las funciones del día a día con total seguridad. Porque la prevención y la seguridad frente al COVID-19 en responsabilidad de todos para detener el contagio y proteger la salud, actuando siempre con la máxima responsabilidad y proactivamente.
