La reciente pandemia de coronavirus ha supuesto un desafío sin precedentes para todas las empresas en muchos aspectos, pero especialmente desde un punto de vista organizacional. En este nuevo escenario, la adopción de un software EHS se demuestra más útil que nunca por cuatro motivos.
1. Es necesario modernizar los procesos de EHS.
La Covid-19 ha traído consigo importante cambios en la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo y la sostenibilidad (EHS), hasta el punto de que numerosos procesos de EHS se han tenido que rediseñar por completo. Las nuevas normativas a las que hemos tenido que adaptarnos con rapidez, la necesidad de realizar evaluaciones de riesgos relacionados con la pandemia, etc., han puesto en relieve la importancia de contar con información centralizada y herramientas que permitan minimizar el contacto, la exposición y el papeleo –por temas higiénicos tales como la tecnología móvil o las plataformas de gestión en la nube.
2. El coronavirus ha acelerado la digitalización y la industria de EHS no es una excepción.
La tecnología se ha reivindicado, no solo como fundamental en esta crisis, sino como la solución a la misma. En las últimas semanas hemos visto como el mundo se ha detenido casi por completo y lo que ha salvado a la mayoría de negocios ha sido, precisamente, su nivel de digitalización. Sin estrategias efectivas de teletrabajo la operativa de las empresas no habría sido posible, hasta el punto de que algunos expertos hablan ya de que el mercado ha avanzado el equivalente a cinco años durante la pandemia.
3. Gestión de crisis sanitarias.
En los últimos meses hemos vivido algo inusitado para esta sociedad: una crisis sanitaria de la que los expertos llevaban varios años advirtiendo, pero nada indica que vaya a ser la última. Por otra parte, el mayor motivo que los responsables de EHS aducen para justificar la imposibilidad de adquirir un software EHS es la falta de presupuesto, hasta el punto de que el 69% de los encuestados en la última ‘Encuesta Global Corporativa’ de Verdantix apuntan a la falta de recursos económicos como un “desafío significativo” en la mejora del desempeño en EHS. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta crisis ha puesto la seguridad y la salud laboral en el foco, lo que convierte este momento en idóneo para invertir. Aquellas empresas que sean capaces de pensar a largo plazo, tendrán una gran ventaja competitiva sobre aquellas que no lo hagan en el caso de una segunda ola o de futuras crisis sanitarias.
4. Mejora de la imagen de marca: priorización de la seguridad y la salud.
La Covid-19 ha concienciado a toda la población sobre la relevancia de la salud y la higiene en el trabajo, que se han convertido en una prioridad social. Por ello, una buena política de inversión en EHS sin duda repercutirá en una mejora de la imagen de marca, de la percepción como empleador y de la relación con inversores y con todos los involucrados en la cadena de valor de una empresa.
