Son muchos los cambios que se han producido en la actividad de los trabajos verticales, desde los inicios hasta ahora, y en los que ANETVA ha tenido un papel fundamental. Queremos, mediante este texto, hacer un repaso de todo ese trabajo y una pequeña dedicatoria y homenaje a todos los que han hecho posible llegar hasta donde hemos llegado, y hacer realidad la existencia y desarrollo de los trabajos verticales.
Tanto a nivel personal, por su dedicación, como a nivel de empresas, por su compromiso y fidelidad, así como a los profesionales, que han creído en la actividad y en su profesionalización, sin olvidar a todos aquellos que han formado parte de la Junta Directiva y a los profesionales de la asociación. Todos son y forman parte de ANETVA.
Casilla de salida
Desde su constitución, ANETVA ha trabajado intensamente en el reconocimiento de la actividad, promoviendo para ello vínculos de cooperación y colaboración entre las empresas y diálogo con las administraciones.
Los inicios no fueron fáciles: falta de normativa, falta de equipos de trabajo y protección inadecuados –como los tenemos en la actualidad– falta de formación y profesionalidad, inexistencia de procedimientos de prevención, seguridad y salud, aunque debían cumplirse ciertas normas en esa materia, etc. De ahí la necesidad de destacar el trabajo que se hizo en esos años, en donde la asociación no contaba con una estructura profesional, como la actual.
Los primeros trabajos verticales que se realizaban eran, por expresarlo suavemente, “arriesgados”, dado que se ejecutaban asumiendo muchos riesgos, ante la carencia e inexistencia de medios, equipos, etc. A diferencia de la realidad actual.
ANETVA es una organización empresarial, consolidada, activa y fuerte, que agrupa a más de 110 “empresas” repartidas por todo el territorio nacional, así como en otros países
Esta situación se empezó a revertir cuando se fundó ANETVA, en mayo de 1993. Un grupo de empresarios consideró necesario defender sus intereses agrupándose para ello, a la vez que pretendían representar a ésta, una actividad incipiente en el ámbito laboral y mercantil. Fueron pocas empresas las que constituyeron ANETVA y es necesario recordarlas y darles su merecido reconocimiento, pues fueron el origen de una gran asociación.
ANETVA comenzó primero por concienciar entre sus socios en seguridad, de ahí los primeros acuerdos, en pos de dotar al sector de una regulación normativa. Se acordó realizar un estudio legal de la actividad en nuestro país y en el que además se hiciera un estudio comparativo a nivel de Europa.
En esos años las empresas de trabajos verticales empezaron a ofrecer diferentes servicios, especializándose algunas en determinados campos de aplicación, basados en la seguridad como principio fundamental del trabajo a realizar.
Se consiguió, gracias al esfuerzo colectivo, publicar un manual de formación de técnicas en trabajos verticales en el año 1997. Asimismo, se creó un servicio de venta de material para trabajos verticales, tanto para asociados como no asociados, ante su falta en nuestro país. Y se impartieron los primeros cursos de formación, con los primer formadores, y se empezaron a entregar los primeros carnés profesionales.
De igual manera, se realizaron y se participó en diferentes reuniones, conferencias y jornadas con representantes de la Administración Pública, colegios profesionales, con el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, entre otros.
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