En ambientes profesionales como es el caso de las zonas ATEX, con presencia de atmósferas explosivas, es importante asegurar que no se generen descargas eléctricas o chispas que puedan originar una explosión. En estos ambientes, el uso de un calzado EPI adecuado puede minimizar los accidentes.
Un cuerpo humano cargado de electricidad es un conductor de corriente eléctrica. Esta se acumula en las personas cuando el calzado o el pavimento no permite que se derive a tierra. En estos casos, si el usuario entra en contacto con otras personas u objetos, se puede producir una descarga eléctrica o chispa y, si además se está en una zona ATEX, se puede generar una explosión.
Por tanto, para proteger al usuario de accidentes, hay que evitar una acumulación de electricidad estática. Esto se consigue con el uso de un calzado EPI conductor de la electricidad, que cumpla con el Reglamento UE 2016/425 y, por tanto, con los requisitos básicos de las normas ISO 20345, ISO 20346 o ISO 20347 y con su requisito adicional de calzado conductor, marcado C.
El comportamiento eléctrico de un zapato lo determina el piso, pues constituye la barrera física a través de la cual tiene que pasar la electricidad estática de la persona a la tierra. Por tanto, es importante usar materiales conductores en todos sus posibles componentes, así como evitar la presencia de cámaras de aire indeseadas en sus uniones, pues el aire es un aislante de la electricidad. También ayuda a la descarga eléctrica la introducción en el piso de dispositivos conductores, cuya finalidad será conectar eléctricamente el pie con el suelo o bien salvar algún componente concreto del piso que no es conductor.
Diferencias entre calzado EPI y ESD
No hay que confundir el calzado a utilizar en una zona ATEX (atmósferas explosivas), que debe ser un EPI que proteja a la persona, con el calzado a utilizar en una zona EPA (electrostáticamente protegida), conocido como calzado ESD. Este no es un EPI, pues su fin es proteger a los dispositivos electrónicos que se manejan en la zona EPA, y que son altamente sensibles a las descargas electrostáticas. Este calzado debe utilizarse junto a un pavimento ESD.
INESCOP dispone de la metodología necesaria para la certificación del calzado EPI conductor para zonas ATEX y para la certificación del cumplimiento con las normas de calzado ESD para zonas EPA.
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