Las últimas tendencias en formación en prevención de riesgos laborales han llevado a los técnicos a innovar la forma en la que imparten sesiones teóricas y prácticas a sus trabajadores, no solamente para cumplir con los mandatos de la normativa (Ley LPRL), sino para impartir formación que impacte en los trabajadores y sea efectiva a la hora de prevenir y evitar cualquier tipo de riesgo y/o enfermedad profesional.
La tecnología se ha mostrado como una clara aliada a la hora de realizar formaciones que impacten: los videojuegos son un claro ejemplo de cómo las nuevas tecnologías nos ayudan a aprender jugando y a que se retengan de forma mucho más efectiva los conocimientos que queremos trasladar. Además, el aprendizaje es colaborativo lo cual facilita también la cohesión del grupo que se está formando y hace que se valore de forma muy positiva por las personas que reciben este tipo de formaciones.
Otro ejemplo son los simuladores y la aplicación de la realidad aumentada para formaciones que requieren aprendizajes que en el entorno real puedan suponer un exceso de riesgo al que no podemos someter a los trabajadores como, por ejemplo, tareas de mantenimiento en centrales nucleares o simuladores de conducción para evitar accidentes de tráfico. En este tipo de formaciones se fomenta una inmersión en una realidad virtual creada para simular las condiciones de peligro a las que la persona tiene que reaccionar, lo cual supone un gran impacto mayor que varias horas de formación presencial al uso.
Aprendizaje
Varios estudios demuestran que la formación basada en la experiencia (positiva o negativa) tiene mayores garantías de ser asimilada, se refuerzan las conexiones neuronales mediante el juego y se fija el aprendizaje recibido con mayores garantías. Estas nuevas tendencias también están siendo aplicadas desde el sector del ocio.
Muchas empresas desarrollaron escape room como experiencias inmersivas de ocio en las que se deben superar retos y pruebas para lograr un objetivo, como puede ser escaparse de una cárcel o conseguir que un barco no se hunda. La gran personalización de las salas de escape room, las dinámicas y storytelling creadas y la diversión que produce en el público asistente, han sido una fuente de inspiración para empresas e instituciones públicas que están diseñando formaciones prácticas en materia de PRL basadas en escape room.
¿Pero cómo podemos diseñar una formación de PRL con un escape room? Los trabajadores van resolviendo distintos retos aplicando la inteligencia práctica en dinámicas pedagógicas elaboradas. No puede ser una formación eficaz sino hay un gran desarrollo teórico serio, bien planteado y planificado, con el objetivo de ir asimilando conceptos clave, sin apenas darnos cuenta: es la gran dificultad de cualquier diseño pedagógico de estos talleres.
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