Los exoesqueletos son equipos que se acoplan al cuerpo de un trabajador con el fin de que realice una determinada tarea con menor exigencia física. Este concepto encaja como un guante en la clásica definición de ergonomía (adaptación del trabajo a la persona), con el matiz de que, en este caso, la adaptación se produce gracias a un equipo que el usuario “lleva puesto” y no a una modificación del puesto de trabajo o del entorno.
El efecto del uso de un exoesqueleto debe ser, por definición, una menor exigencia física de la tarea a realizar, lo que implicará que el riesgo de que el trabajador sufra trastornos musculoesqueléticos (TME) también sea menor.
Podemos resumir de lo anterior que un exoesqueleto es un equipo que tiene como objetivo la prevención de los TME producidos por tareas físicamente exigentes. Representan, por tanto, una nueva forma de enfocar la ergonomía. Ni que decir tiene que, siguiendo los principios de la actividad preventiva, y siendo el exoesqueleto una prevención “personal”, debe ser elegida una vez se hayan agotado otras vías como el rediseño del puesto o el uso de ayudas mecánicas.
En el estado actual de avance de esta tecnología, la mayor parte de los exoesqueletos existentes en el mercado son exoesqueletos “pasivos”, no tienen un motor que aumente o complemente la capacidad del usuario, sino que aprovechan la propia fuerza del trabajador para, por medio de muelles o cintas elásticas, trasladar parte del esfuerzo de unos grupos musculares a otros. Los grupos musculares de destino de este esfuerzo suelen situarse en el tren inferior del cuerpo (caderas, piernas) que es la parte más preparada para soportarlo desde un punto de vista biomecánico.
Influencia de la industria de la automoción
Los exoesqueletos son fruto de una ardua labor de investigación y desarrollo que ha sido posible, en buena parte, gracias al apoyo de la industria de la automoción. Un caso paradigmático es el exoesqueleto Noonee, la “silla sin silla” (chairless chair en inglés) desarrollada gracias al auspicio de Audi, que se ha convertido en una empresa “veterana” dentro de este mundo en constante evolución.
Los exoesqueletos son fruto de una ardua labor de investigación y desarrollo que ha sido posible, en buena parte, gracias al apoyo de la industria de la automoción
Así, no es de extrañar que la mayor parte de los exoesqueletos se utilicen para ayudar en posturas especialmente dañinas que se repiten en la industria de la automoción, por ejemplo:
- Los trabajos con los brazos alzados a la altura de los hombros, con el cuello inclinado hacia detrás, que se produce en puestos de montaje en los que el chasis se desplaza sobre los trabajadores.
- Las tareas en las que el tronco se inclina hacia delante, tanto en posición mantenida como realizando inclinaciones y levantamientos de forma repetida.
La influencia de estas y otras posiciones provocan que, dentro de la industria de la automoción, más del 90% de los días de baja por TME corresponden a espalda y a miembros superiores, con una menor importancia de los sufridos en miembros inferiores. Es, por tanto, en estos puntos donde se han centrado los desarrolladores de exoesqueletos para cubrir las necesidades de la industria.
Exoesqueletos como el mencionado Noonee, cuyo objetivo es la adopción de posturas más ergonómicas; Laevo, que limita el esfuerzo muscular en posturas con el tronco inclinado hacia delante; o SkelEx, que permite mantener los brazos elevados a la altura de los hombros reduciendo el esfuerzo necesario para ello, ayudan a reducir los TME de empleados de Audi, Ford, Mercedes, y otros fabricantes que ya han incorporado los exoesqueletos en sus fábricas de todo el mundo.
Implantación de un exoesqueleto
La introducción de exoesqueletos en un puesto de trabajo para la reducción del riesgo ergonómico es un proceso en el que influyen múltiples factores como el propio riesgo, las interferencias con la maquinaria o instalaciones existentes, la interacción con otros trabajadores presentes o la necesidad de ejecutar otras tareas con riesgos diferentes.
A la vista de los diferentes factores a tener en cuenta, la implantación de un exoesqueleto es un proceso sencillo, pero en el que se antoja fundamental el apoyo de un experto capaz de aplicar una metodología estructurada de implantación para el éxito final del proceso.
De modo muy resumido, podemos decir que un proceso de implantación de un exoesqueleto puede dividirse en las siguientes fases:
- Análisis ergonómico del puesto.
- Selección de un exoesqueleto adecuado al riesgo existente y a las características del puesto.
- Realización de pilotos con usuarios seleccionados.
- Planificación del despliegue en el puesto.
Dentro de la importancia de todas estas fases, hay que destacar la de selección de usuarios, que en el caso de los exoesqueletos tiene mayor importancia que en implantaciones de otros equipos tradicionales, dado que los primeros usuarios son clave para la detección de incompatibilidades o puntos de mejora de los equipos. Por ello, existen unos criterios que nos permiten realizar esta selección como:
- Ausencia de lesiones previas, para evitar que influyan en el resultado del análisis.
- Orientación a la innovación.
- Motivación por la seguridad.
- Espíritu crítico, que permita detectar los puntos de mejora, en caso de existir.
#exoITURRI
En Iturri llevamos años trabajando y profundizando en la incidencia de los TME y su creciente importancia en la siniestralidad industrial. Desde hace más de dos años apostamos por los exoesqueletos, al ver su potencial para la reducción de lesiones en la industria. En este tiempo hemos conseguido una amplia visión del mercado existente, así como una amplia experiencia en la implementación, llegando a desarrollar una metodología propia adaptada al tipo de exoesqueleto y la industria.
La introducción de exoesqueletos en un puesto de trabajo para la reducción del riesgo ergonómico es un proceso en el que influyen múltiples factores
Gracias a esta experiencia acumulada, el pasado jueves 18 de octubre celebramos en Sevilla el Ex(o)perience Day, primer evento sobre exoesqueletos celebrado en España, en el que expertos internacionales en ergonomía, fabricantes de exoesqueletos como Laevo, Noonee, Comau y SkelEx, centros de investigación y empresas que ya lo han incorporado al día a día de sus cadenas de producción y distribución pusieron en común su conocimiento con el objetivo de prevenir riesgos, reducir las bajas laborales y el sufrimiento de las personas que hay detrás de esas bajas.
La jornada contó con la asistencia de 225 personas de más de 100 empresas de diferentes sectores (automoción, aeronáutica, energías renovables, alimentación y distribución, logística…) en los que los exoesqueletos pueden ayudar a una mejor realización del trabajo, más segura y con menor riesgo de lesiones para el trabajador.
Asimismo, el Ex(o)perience Day “alumbró” el nacimiento de #exoITURRI, una comunidad online habilitada en la red social LinkedIn, en la que los participantes en el evento y público en general interesado en el uso y aplicación de los exoesqueletos puedan estar al día de la novedades de esta solución ergonómica.
La comunidad, promocionada desde días antes del evento en redes sociales y que ya cuenta con cerca de 200 miembros, nace para compartir experiencias y ayudarnos a que juntos consigamos el objetivo de reducir los trastornos musculoesqueléticos, una dolencia que hoy supone casi el 40 por ciento de las bajas laborales en España.