El sector marítimo y pesquero presenta una alarmante siniestralidad a día de hoy, si bien es cierto que las acciones preventivas puestas en marcha por los agentes sociales representativos han dado sus frutos. El gran número de accidentes responde principalmente al desarrollo de la actividad en el mar –con condiciones climatológicas adversas en numerosas ocasiones– dentro de un barco, una plataforma móvil e inestable en la que es difícil mantener el equilibrio. Por este motivo se producen caídas al mismo y distinto nivel, así como caídas al agua –con el consiguiente riesgo de ahogamiento ya que existen trabajadores que, además, no saben nadar–. Atrapamientos, cortes, golpes, posturas forzadas, movimientos repetitivos, exposición al ruido y a vibraciones, riesgo de incendio y de explosión y factores de índole psicosocial son solamente algunos de los problemas a los que se enfrentan los trabajadores y que ponen en peligro su salud y hasta su vida.
Formación, integración, legislación y el uso de equipos de protección individual constituyen los cuatro elementos esenciales a considerar, tal y como se concluyó en el desayuno titulado “La prevención de riesgos laborales en los trabajadores del sector marítimo y pesquero” organizado el pasado día 23 de septiembre por la revista Formación de Seguridad Laboral y la Fundación Borredá en Sevilla en la sede del Centro Nacional de Medios de Protección (CNMP) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT).
En este evento estuvieron presentes Pilar Cáceres, directora del CNMP –quién inauguró el encuentro–; Francisco José Moreno, jefe de la Unidad Técnica de Condiciones de Trabajo en Pesca del CNMP; Isaac Abril Muñoz, director del Departamento de Agricultura y Pesca del CNMP; Jesús Ledesma, jefe de la Unidad Técnica de Formación y Salud Laboral del CNMP; Francisco Díaz, técnico superior de Prevención del CNMP; Rafael Martínez, subdirector general de Inspección de Trabajo; Fernando García, jefe de Gabinete de Innovación y Programas Preventivos de la Junta de Andalucía; José María Pérez, subdirector general de Acción Social Marítima del Instituto Social de la Marina (ISM); Francisco Corral, director provincial del ISM en Cádiz; Germán Jerez, secretario de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda; Marisol Naseiro, coordinadora regional del Área de Seguridad en el Trabajo de Sociedad de Prevencion Fremap; Juan M. Trujillo, secretario de Organización y Pesca de CCOO; y Ana Díaz, redactora de la revista “Mar”del ISM.
Por parte de Editorial Borrmart estuvieron presentes Antonio Borredá, director adjunto de Editorial Borrmart –que ejerció de moderador–; Mª Victoria Gómez Alonso, directora de Relaciones Institucionales; y Jaime Sáez, redactor jefe de Formación de Seguridad Laboral.
La pesca, actividad de especial riesgo
En la pesca concurren diversas actividades. Además, cuenta con un índice de incidencia de accidentes de trabajo muy alto. Aun así, se ha producido en el sector a lo largo de los años “una disminución lenta de los accidentes gracias a los avances normativos desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y de la Seguridad Marítima”, siendo ambas normas “interdependientes”. Con esta idea arrancó su intervención Francisco J. Moreno, jefe de la Unidad Técnica de Condiciones de Trabajo en Pesca del CNMP, quien recordó que “la evolución de los accidentes ha sido a la baja aunque de una forma lenta y no tan rápida como en otros sectores”. Además, “la pesca tiene más accidentes mortales que otras actividades”, con una importante cantidad de víctimas, resultado por ello imprescindible avanzar más en prevención de riesgos laborales.
Caídas, sobreesfuerzo físico, choque o golpe con objetos móviles, cortes, pinchazos, atrapamientos, aplastamientos, amputaciones, mordeduras, contacto con corriente eléctrica, fuego, ahogamiento… son las formas más habituales de accidentes que pueden estar relacionados con “el buque y la navegación del mismo y con la faena y los trabajos que se hacen a bordo”.
Sensibilización continua
La clave del éxito pasa sin ninguna duda por una apuesta decidida por la concienciación, una estrategia que impedirá males mayores y graves problemas de difícil o imposible solución. “El sector necesita una gran sensibilización, un recordatorio de lo que sucede –aunque ellos lo saben– de forma continua” con la participación de todos los agentes y trabajadores implicados. Esta llamada de atención por parte de Jesús Ledesma, jefe de la Unidad Técnica de Formación y Salud Laboral del CNMP, tiene un punto de partida claro: “Queremos recabar la información y la experiencia” ya que éstas constituyen unas herramientas válidas que fomenten la seguridad.
La integración de la prevención
Sin duda alguna, uno de los temas clave de este desayuno fue la integración de la prevención en el sector marítimo y pesquero. “La causa de los accidentes es la ausencia de dicha integración. Si el trabajador no cree en la PRL no se cambia nada”. Con esta contundente frase Marisol Naseiro, coordinadora regional del Área de Seguridad en el Trabajo de Sociedad de Prevencion Fremap, reivindicó nuevamente una demanda que en los últimos tiempos está protagonizando la actualidad de la seguridad laboral. Ésta se ve en entredicho ya que los trabajadores asumen las condiciones peligrosas como parte del oficio. “Siguen accidentándose. Sigue habiendo muertos. Hay que cambiar la cultura preventiva de todos”. Francisco J. Moreno, del CNMP, apuntó en torno a esta realidad que la organización del trabajo y la incorrecta o nula gestión de la prevención “son las principales causas de accidentes operacionales en buques de pesca”, siendo también reseñable “las condiciones de los espacios de trabajo”. Asimismo, “a veces no se cumplen con los planes de prevención porque no se conocen. Falta integración de la prevención en la actividad pesquera”.
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