Seguridad Laboral: Siete consejos para ir andando al trabajo

Gertrudis Bujalance

En cualquier estación del año, ir andando a trabajar es un modo práctico y barato de hacer ejercicio. Pero sería un error pensar que ir a pie es una actividad que puede hacerse de manera despreocupada. El 9% de los accidentes in itinere son de peatones. No en vano la imprudencia produce 1 de cada 3 atropellos urbanos. Hay que tener en cuenta que los peatones también debemos prestar atención a las normas de tráfico. En este artículo os damos una serie de pautas para reforzar vuestra seguridad peatonal al caminar por una ciudad de ida o vuelta del lugar de trabajo.

Seguridad Peatonal: Siete consejos para ir andando al trabajo

1) Escoge la ruta más fiable. De mismo modo que al conducir buscamos las vías más transitables, lo mismo debemos hacer al ir a pie: calles bien asfaltadas, con señalización, pasos peatonales, aceras espaciosas. Debes tener claro de antemano que vas a poder cruzar con facilidad, evitando rutas con calles demasiado anchas o con visibilidad reducida que impida un panorama completo del tráfico. La ruta debe ser agradable de recorrer.

2) Presta atención al entorno. La tecnología en este contexto puede ser peligrosa. El móvil es una fuente de distracciones casi infinitas, desde las conversaciones telefónicas hasta la lectura de mensajes, pasando por el tecleo o la escucha de música con cascos. Todo ello nos puede poner en situaciones de riesgo al cruzar calles o carriles de autobús y taxi. Incluso al caminar por zonas peatonales es frecuente cruzarse con personas en patinetes, bicicletas o motos.

3) Respeta las normas seguridad vial. Como peatones y usuarios de la red urbana debemos acatar el reglamento y las disposiciones que facilitan y protegen su utilización, igual que los conductores, motoristas, ciclistas. Recuerda que casi el 10% de los accidentes in itinere —durante el traslado desde el domicilio hasta el lugar de trabajo y viceversa— involucran a peatones.

4) Avanza de cara al tráfico que viene en sentido contrario. Es esencial tener siempre en el campo visual los automóviles y otros vehículos que vienen hacia ti. Si no hay acera y debes andar directamente sobre la calle o carretera, elige el lado con circulación en el sentido opuesto al tuyo.

5) Vístete para ser claramente visible. Ponte colores brillantes al andar de día. Si caminas al amanecer o al anochecer, usa ropa de colores claros o prendas reflectantes (chaleco, gorro, zapatos) para que tu presencia sea inequívoca. Debes hacer todo lo posible para conseguir que se te vea perfectamente, sea cual sea la iluminación de la zona por la que transitas. Aplica la misma precaución al amanecer o al anochecer, ya que en estas circunstancias los conductores tienen visibilidad limitada opueden estar deslumbrados por el sol poniente o naciente.

6) Duplica la atención en los cruces. Incluso aunque vayas mirando las señales de tráfico, recuerda que los automovilistas y ciclistas pueden no respetarlas o ir despistados. Debes multiplicar la atención cada vez que cruces una calle. En tu casa tenían razón cuando lo repetían mil veces: hay que mirar a los dos lados antes de cruzar una calle. Aunque tengas verde el semáforo de peatones, los conductores y ciclistas pueden tener abierto el paso para girar (o haberse saltado el semáforo) sin esperar encontrarse con nadie a su paso.

7) Procura hacer contacto visual con los conductores. Levanta la mano para saludarles. Asegúrate de que te vean. En una colisión entre un vehículo y un peatón, es el caminante quien lleva todas las de perder. Puede parecer tentador deambular al buen tuntún, pero no solo pones en peligro la seguridad de todos los circundantes (y la tuya propia), sino que además te puede caer una multa.