Debido a la pandemia generada por la COVID-19, durante los últimos 4 meses se han generalizado términos y conceptos hasta ahora de uso casi exclusivo en el ámbito de Prevención de Riesgos Laborales. Entre otros, los relacionados con la protección respiratoria FFP frente al contacto con gotas de fluidos o secreciones respiratorias que contengan SARS-CoV-2 vía de entrada al organismo utilizada por el virus, junto con las mucosas oculares:
- EPI: Equipo de Protección Individual.
- Protección respiratoria tipo FFP: siglas correspondientes a su denominación en inglés “Filtering FacePiece” o lo que es lo mismo “pieza de cara (mascarilla) filtrante”, seguida del número 1, 2 o 3 que indica el grado de protección (a mayor número, más protección).
- Mascarilla quirúrgica.
- Mascarilla higiénica.
El uso adecuado de una mascarilla, siempre debe comenzar con una correcta selección del tipo a utilizar, entre las de tipo EPI de protección respiratoria FFP, quirúrgicas o higiénicas. Para ello, es importante conocer la naturaleza y forma de presentación del contaminante frente al que deben proteger.
En el caso del SARS-CoV-2, con los conocimientos científicos actuales, supuestamente no se transmite por el aire, aunque sí que viaja por el dentro de gotas de secreciones respiratorias de 5 micras de tamaño. Estas gotas son inerciales y por lo tanto no “flotan” en el aire, si no que van a depositarse. Consiguen un mayor o menor alcance desde la boca o nariz en las que se generan, en función de que las condiciones de emisión las lancen con mayor o menor fuerza (habla, tos, estornudo) y de las posibles corrientes de aire que se generen en el ambiente en el que se desplazan (ventilación/climatización en ambientes internos y corrientes de aire naturales en ambientes exteriores).
Para una correcta selección también es imprescindible conocer la protección que ofrece cada tipo de mascarilla, en función de los ensayos certificados conforme a norma que se les realizan:
- Protección respiratoria tipo FFP. Certificado CE conforme a la norma UNE-EN 149:2001 + A1:2010. El ensayo certifica protección en el sentido ambiente exterior – boca y nariz. “Protección de entrada”.
Algunas FFP2 y casi todas las FFP3 disponen de válvula de exhalación, cuyo objetivo es facilitar la respiración del usuario, disminuyendo la resistencia a la salida del aire durante la exhalación. La existencia de dicha válvula no invalida la protección “de entrada” ofrecida por la mascarilla.
- Mascarilla quirúrgica. Certificado CE conforme a la norma UNE-EN 14683:2019 + AC. El ensayo certifica protección en el sentido ambiente boca y nariz – ambiente exterior. “Protección de salida”.
De los tres tipo existentes – I, II y IIR -, las tipo I son las destinadas a reducir el riesgo de propagación de infecciones, particularmente en situaciones epidémicas o pandémicas como la actual. La tipo II o IIR están destinadas a los sanitarios durante las tareas en quirófanos o procedimientos sanitarios parecidos.
- Mascarilla higiénica. Sin Certificado CE. Sin ensayo de certificación de protección en sentido entrada o salida. Fabricada conforme a las Especificaciones UNE; 0064-1 para no reutilizable para adultos, 0064-2 para no reutilizables para niños, y 0065 para lavables para adultos u niños.
Ejercen de “barrera física” que dificulta el contacto con boca y nariz de las gotas de secreciones respiratorias.
- Existe otro tipo de mascarillas, denominadas “duales” que disponen de marcado CE conforme a las normas UNE-EN 149:2001 + A1:2010 y UNE-EN 14683:2019 + AC, que ofrecen protección tanto en sentido “entrada” como en sentido “salida”.
En función de todo lo anterior la selección del tipo de mascarilla se debe centrar en si su uso será en un ambiente en el que todas las personas la usan, siendo suficiente en ese caso con una mascarilla quirúrgica o, por el contrario, no se asegura el uso de mascarilla por parte de todas las personas, caso en el que será necesario utilizar una que sea EPI tipo FFP2 o FFP3.
Una vez seleccionado el tipo de mascarilla a utilizar, para el uso correcto se ha de prestar mucha atención a las instrucciones del fabricante en relación a su colocación y retirada, así como respetar el tiempo de uso máximo.
Las EPI tipo FFP tienen dos arneses de cabeza que se han de colocar adecuadamente separados entre sí, y sobre la nuca y coronilla para una buena sujeción; mientras que las quirúrgicas constan de dos arneses de oreja que han de colocarse correctamente, ejerciendo la tensión precisa para que la mascarilla quede ajustada a la boca y nariz.
El tiempo máximo de uso continuado de una mascarilla EPI tipo FFP es de 2 horas, con un descanso de al menos media hora entre usos consecutivos. Para las quirúrgicas, en la norma UNE-EN 14683:2019 + AC, no se establece un tiempo máximo de uso continuado, recomendándose su cambio cuando estén húmedas o visiblemente sucias.
No debemos olvidar que las mascarillas están recomendadas como una medida más para prevenir la transmisión del virus SARS-COV-2, dándole las autoridades sanitarias el valor de medida complementaria a las medidas de carácter organizativo y de protección colectiva que se deben implantar. Se recomienda la utilización de las tipo EPI como primera opción, excepto en el supuesto de que todos los trabajadores, proveedores, clientes, usuarios, y cualquier persona que acceda al centro de trabajo porten mascarilla, en cuyo caso se recomienda la utilización preferente de las mascarillas quirúrgicas y, como último recurso, las mascarillas higiénicas o de barrera, que deben cumplir en todo caso las especificaciones UNE 0064-1:2020, en caso de que no sean reutilizables, y UNE 0065:2020, cuando sean reutilizables.
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