Los casos de coronavirus continúan aumentando, según los últimos datos epidemiológicos publicados por el Ministerio de Sanidad la incidencia acumulada en España a 14 días en mayores de 60 años se encuentra en 141,47 casos por cada 100.000 habitantes. Cuando se van a cumplir tres años desde el inicio de la pandemia, cabe preguntarse si estamos a salvo del Covid en la oficina y cuáles son los riesgos del trabajo presencial en estos momentos.
¿Estamos a salvo del Covid en el trabajo presencial?
Además, el ministerio dirigido por Carolina Darias ha notificado más de 14.000 nuevos contagios, lo que eleva el total de casos desde que comenzó la pandemia de Covid-19 a 13.684.258. Asimismo, se han registrado casi 100 nuevas muertes, con lo que el total se acerca a los 120.000 fallecidos. En cuanto a la ocupación hospitalaria, Sanidad señala que hay un total de 3,02% de camas ocupadas y en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) 2,71%.
El coronavirus reconocido como enfermedad profesional
El juzgado de lo Social número 44 de Madrid reconoció por primera vez el coronavirus como enfermedad profesional, aplicando las recomendaciones de la Comisión Europea (CE). El caso fue el de una enfermera en el Hospital Universitario Fundación Alcorcón que se contagió durante su jornada laboral, que implicaba contacto directo con pacientes Covid. Debido a las complicaciones de su patología fue ingresada en la UCI con una neumonía bilateral con insuficiencia respiratoria aguda y permaneció más de 500 días de baja.
Si damos positivo en coronavirus se recomienda, en la medida que sea posible, teletrabajar para evitar el contacto con los compañeros. Sin embargo, desde el pasado año 2022, la cuarentena de las personas contagiadas dejó de ser obligatoria, por lo que no se les impide salir a la calle ni acudir a su puesto de trabajo, aunque la decisión final la tiene cada empresa.
Las empresas podrán obligar a los empleados a llevar mascarilla
El decreto del BOE del 20 de abril eliminó la mascarilla en espacios cerrados pero la ley respalda a los patronos para imponer el cubrebocas a sus empleados o no. De hecho podrían multar o incluso echar a quienes desobedezcan.
Pero ¿un empresario puede obligar a un ciudadano a cubrirse la cara? En oficinas bien ventiladas con una distancia factible de metro y medio entre trabajadores, la mascarilla no debería exigirse. Las dos excepciones serían el riesgo de contagio y el aval de un técnico en seguridad laboral.
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