La ergonomía dispone de una parte especializada en el estudio de las condiciones físicas y ambientales en el lugar de trabajo, que cuenta como principales factores ambientales: el ambiente térmico, el ruido, la calidad del del aire, así como la iluminación del puesto de trabajo.
Como podremos ver más adelante, estas condiciones influyen en el desempeño de las actividades a realizar, jugando un papel crucial para la consecución de un entorno laboral seguro y saludable.
El ambiente laboral
En relación con el primero de los aspectos, el ambiente térmico, el valor de las diferentes variables termo higrométricas combinado con la intensidad de la actividad realizada, el vestuario a llevar y las características personales de cada individuo, hacen más o menos aceptables el bienestar de los trabajadores en su puesto de trabajo. Además, hay que tener en cuenta que un ambiente térmico inadecuado puede originar una reducción del rendimiento físico y mental del trabajador.
Los trabajadores no deberían estar expuestos a corrientes de aire, a variaciones en la velocidad del aire en el puesto de trabajo ni a una humedad inferior o superior a la recomendada (ya que una humedad relativa inferior favorece la sequedad de los ojos y de las mucosas y una superior provoca una sensación sofocante). En el ámbito de la prevención de riesgos laborales, estas condiciones vienen determinadas en el Real Decreto 486/1997 y su guía técnica, donde se recomienda que en locales cerrados donde se realicen trabajos sedentarios la temperatura sea entre 17 ºC y 27 ºC.
Otro de los factores ambientales a analizar es el ruido. Si nos centramos en la definición de ruido, éste se define como un sonido molesto, desagradable, o no deseado. Sin embargo, eso es un concepto muy subjetivo porque un sonido puede resultar agradable para unas personas y desagradable para otras o incluso, según el momento, para una misma persona lo que antes parecía agradable ahora puede resultar desagradable.
Por lo tanto, debemos ser conocedores de que, con niveles de exposición inferiores se pueden producir efectos indeseables tales como reducción del rendimiento, interferencias en la comunicación y disminución de la atención. Como medidas preventivas se deberá considerar diseñar los puestos de trabajo teniendo en cuenta las propias instalaciones de los edificios que pueden causar y propagar ruidos, y el ruido producido por los equipos informáticos tales como impresoras.
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