En la industria de la alimentación, tan importantes son los EPI como la protección del entorno de trabajo. Los primeros, para la seguridad del propio trabajador, con los que esté protegido frente a cualquier tipo de riesgo o contraiga cualquier tipo de enfermedad; en el segundo caso, la protección del entorno es de suma importancia para evitar una posible contaminación de los alimentos.
Por ello, se requiere un calzado de trabajo o de seguridad específico para el sector de la alimentación, que cuente con aspectos tan importantes como punteras resistentes para evitar accidentes por caídas de elementos, resistencia al deslizamiento o a productos de limpieza y desinfección, anticargas electrostáticas e incluso calzado resistente al agua y al frío.
En estos casos, Mavinsa ofrece productos que cumplen dichas características, pero aún va más allá, ofreciendo una alta resistencia a aceites, grasas, caseína e incluso sangre. Pero no solo estas prestaciones se han cubierto en el calzado completo, sino que, continuando con la alta especialización de nuestros productos, se ha desarrollado una bota blanca que ofrece, además, la certificación frente a contacto prolongado con agentes químicos bajo la normativa EN ISO 13832-3 (Ref. 303 Segur Blanca S4 SRC), única en el sector.
En cuanto a las normas de higiene y seguridad, estas son de gran importancia también, ya que evitan la contaminación y permiten que el cliente quede satisfecho con el producto y no se propaguen enfermedades.
Otro punto importante es que ayudar a prevenir la contaminación cruzada. Al ser impermeables y de material no poroso, las botas de seguridad Mavinsa (Ref. 308 Segur Blanca Verde SRC y Ref. 303 Segur Blanca S4 SRC) y el zueco de seguridad (Ref. 423 Zueco Segur) son de fácil limpieza, evitan la retención de sustancias en las áreas de producción y reducen el riesgo de contaminación por contacto con los alimentos.
Es fundamental que los calzados de seguridad tengan impermeabilidad para proteger los pies de la entrada de líquidos y sustancias que pueden provocar irritaciones o infecciones en la piel, así como proteger de temperaturas extremas, como las que se dan en cámaras frigoríficas. Para dichos casos, disponemos de botas de PU, diseñadas para ambientes de trabajo a bajas temperaturas, desde -20º hasta -70º, con puntera metálica (Ref. 723 Escarcha) y con puntera no metálica (Ref. 733 Eaglegrip).
Todo esto sirve para que los alimentos que llegan a nuestra mesa tengan la calidad que se merecen y que nos merecemos.
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