La ropa ignífuga resulta de vital importancia a la hora de evitar riesgos laborales. Muchas profesiones, por su peligrosidad, requieren de este tipo de prendas como parte del equipo de protección individual de cada trabajador. En este artículo explicaremos en qué consiste, cuáles son los materiales con los que se fabrica y los diferentes tipos que podemos encontrar.
Qué es la ropa ignífuga
Bomberos, soldadores y empleados que trabajan con alta tensión son solo algunos ejemplos de profesiones en las que el fuego puede convertirse en un desafortunado protagonista. La ropa ignífuga se fabrica para minimizar el riesgo de quemaduras inherentes a este tipo de trabajos.
Además, la legislación establece unos requisitos mínimos que todas estas prendas deben cumplir para ser homologadas. No solo deben proteger frente al propio fuego, sino que también es crucial que proteja frente al calor excesivo. Además, puesto que en muchas ocasiones la electricidad es capaz de producir quemaduras, también tienen que proteger frente a las descargas eléctricas.
Con qué material está fabricada
En el mercado los tejidos para la fabricación de estos elementos de protección se dividen en dos clases.
Prendas de fibras ignífugas
Estos tejidos son ignífugos desde su fabricación. Gracias a los diferentes estudios en laboratorio, se desarrollan estas telas a partir de elementos que son resistentes al fuego. De esta forma, cualquier prenda que se confeccione utilizando estas fibras sintéticas es capaz de resistir el efecto del fuego y de las altas temperaturas.
Twaron y Nomex son algunos de los más conocidos. Este último, de hecho, es el que se utiliza en el diseño de los trajes de los pilotos de alta competición. Cumple los más altos estándares de calidad y cuenta con propiedades únicas. Sin embargo, el continuo estudio de nuevos tejidos hace que sigan apareciendo en el mercado otras fibras, por lo que de un año a otro suele haber importantes evoluciones.
Ropa fabricada con tejidos impregnados
Al contrario de lo que ocurría con las telas anteriores, en este caso se trabaja con compuestos que pueden tener origen vegetal o mineral, además de sintético. Esto se debe a que lo verdaderamente importante para que resista al fuego no es el propio compuesto, sino su impregnación posterior.
El tratamiento ignifugante se puede llevar a cabo tanto en el momento de la fabricación como de forma posterior, cuando se va a fabricar la prenda ignífuga. De esta manera, telas como la lana o el poliéster son capaces de resistir las intensivas pruebas de laboratorio para su homologación.
Tipos de prendas ignífugas
Toda la ropa ignífuga debe contar con algunos elementos mínimos. A continuación, vamos a repasar las más relevantes.
- Ropa interior. Aunque su función principal no es proteger del fuego, puesto que la capa externa debe encargarse de ese trabajo, contar con ropa interior ignífuga permite disponer de una barrera adicional de seguridad si el fuego supera la primera capa. En la cabeza, una balaclava se encarga de la protección de la cabeza. En el tórax esta función la realiza una camiseta interior de manga larga y en las piernas es necesario que el equipo cuente con un pantalón. Por último, para garantizar la adecuada protección de los pies, es necesario que incluyamos en el equipo unos calcetines. Todas estas prendas tienen que ser transpirables para evitar la condensación del sudor.
- Parte superior. Una cazadora o una chaqueta es crucial para evitar que el fuego y las descargas eléctricas tengan acceso a la piel de los trabajadores. Es importante que tenga una cierta flexibilidad para facilitar el trabajo, pero sobre todo, que sea capaz de resistir las altas temperaturas durante el mayor tiempo posible.
- Parte inferior. Aquí, lo más importante es disponer de unos pantalones largos. En empleos que requieran de salidas con baja visibilidad, pueden ir acompañados de elementos reflectantes que permitan ser vistos por terceras personas.
- Buzo. Otra alternativa es que optemos por un buzo ignífugo completo. Esto evita que pueda colarse el fuego por la unión entre la prenda superior y la inferior. En algunos puntos puede contar con tejido elástico para facilitar los movimientos. Sobre todo para permitir la inclinación del cuerpo o si es necesario moverse con frecuencia y agilidad en el trabajo.
- Guantes ignífugos. Puesto que las manos son las primeras en entrar en contacto con los diversos elementos de riesgo, su protección es muy importante. En trabajos que requieran de una gran precisión, tienen que contar con la elasticidad necesaria para que los dedos tengan la mayor libertad posible. De esta forma, se reduce el riesgo de accidentes.
La ropa ignífuga de calidad ofrece una gran protección frente al fuego, permite la libertad de movimientos y evita las lesiones derivadas de las altas temperaturas. Por tanto, es necesario que seleccionemos las de mayor calidad y que tengan la resistencia necesaria para la tarea asignada.
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