Cuál es la utilidad del arnés de seguridad y de otros EPI

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Iturri

El arnés de seguridad es uno de los elementos más importantes a la hora de trabajar en altura, pero no el único. En este artículo vamos a explicar cuáles son los equipos de protección necesarios para cada situación.

Para qué sirven los equipos de protección y cuáles son

Estos equipos están desarrollados para proteger a los trabajadores de los riesgos o peligros a los que se enfrentan mientras desarrollan su trabajo. Sin embargo, para garantizar la máxima protección, es fundamental que prestemos atención a las indicaciones del fabricante.

Casco

La cabeza es una de las partes más delicadas del cuerpo. Por ello, es vital protegerla de posibles golpes o impactos, sobre todo si existe riesgo de desprendimientos o caídas desde gran altura.

Pese a que todos los cascos están destinados a proteger ante estos peligros, existen diferentes tipos que deben emplearse según el trabajo que se vaya a realizar. Aparte de los más comunes, hay modelos que protegen de la electricidad o el fuego. Además, algo importante en estos casos es asegurarse de que los materiales son aislantes.

Gafas de seguridad

Los ojos también son una parte muy sensible. En muchas ocasiones, es necesario contar con una visión correcta mientras se manipulan herramientas o se efectúan trabajos de soldadura. Por tanto, para evitar que el exceso de luz dañe la parte interna de los ojos y para protegerlos de partículas que puedan quedarse clavadas sobre su superficie, estas gafas son cruciales.

En la mayoría de los casos, el plástico es el material más empleado. Sin embargo, cuando se trata de gafas para soldadura, se debe contar con materiales ignífugos.

Tapones para los oídos

El ruido es otro de los factores a los que hemos de prestar mucha atención. Los tímpanos no están adaptados a escuchar frecuencias a altos decibelios y, para protegerlos, la mejor solución es emplear estos elementos.

Sin embargo, también son necesarios para evitar la entrada de partículas en la cavidad auditiva, pues el agua, el polvo o la suciedad pueden causar infecciones. En estos casos, lo más recomendable es usar tapones de silicona que sean impermeables y que se adapten a la perfección a la zona en la que los vamos a introducir.

Protección para trabajos en altura

Las particularidades de estos trabajos nos obligan a utilizar equipos de protección individual para trabajos en altura.

Arnés de seguridad

En función del tipo de trabajo, sus características han de ser diferentes. En zonas donde no sea necesario permanecer en suspensión vertical, puede ser suficiente con un arnés anticaída. Este tipo de dispositivos de seguridad están diseñados para que se usen en cubiertas de edificios, zonas elevadas o donde el riesgo de caída sea elevado.

Su mayor ventaja es que permiten mantener la completa movilidad de todas las extremidades. Por otro lado, son muy cómodos y no requieren de demasiadas correas. Su composición está hecha a partir de poliéster, un material extremadamente resistente, impermeable y con una gran durabilidad.

La única sujeción se realiza mediante un mosquetón que va anclado a la anilla de rescate. Gracias a ella, se evita el peligro que supone una caída desde gran altura.

En trabajos donde sí sea necesario descolgarse haciendo rappel o mantenerse en el aire, los arneses de posicionamiento son los únicos que pueden garantizar la seguridad. Están fabricados con los mismos materiales que los anteriores, pero cuentan con una normativa más exigente. Las normas EN 361 – EN 358 – EN 813 son las estándar, ya que no solo ofrece seguridad ante posibles caídas, sino también frente a la suspensión y la sujeción.

Cuerdas y mosquetones

No podemos olvidar los elementos de amarre, ya que son igual de importantes que los anteriores. Por ejemplo, es necesario contar con cuerdas preparadas para soportar el peso y el rozamiento que se produce mientras la persona está en un lugar elevado.

Además, los mosquetones tienen que cumplir con la normativa EN 362 para que no se abran de forma automática. Para maximizar la seguridad, tienen que ser necesarios, como mínimo, dos movimientos por parte del trabajador para su enganche y desconexión.

Todos estos elementos deben estar sobredimensionados, es decir, su resistencia tiene que ser ampliamente superior a las circunstancias reales de trabajo. De esta forma, es posible evitar un gran número de accidentes.

Y, por último, es crucial que llevemos a cabo una inspección visual y funcional de todo el material cada cierto tiempo para garantizar que se encuentra en las condiciones idóneas para trabajar.

Como hemos visto, el arnés de seguridad y el resto de elementos de protección son totalmente necesarios para mantener a salvo a los trabajadores cuando se encuentran en entornos difíciles. Los tejados y los muros de los edificios son zonas donde el peligro siempre está presente. Por tanto, adoptar las medidas de prevención de riesgos laborales cobra todavía más relevancia en estas situaciones.