Un accidente eléctrico puede suceder en cualquier ámbito dotado de maquinaria, equipamientos, cables y, en general, aparatos conectados a una toma de corriente. Este formato de energía no produce una cantidad elevada de accidentes laborales, apenas un 2 por ciento. Pero cuando este tipo de siniestros tienen lugar, la mayoría son muy graves. Entre un 4 por ciento y un 2 por ciento de los accidentes de trabajo mortales son por transferencia de corriente. Además, la electricidad es la causa de numerosos incendios y explosiones. Por tanto, la formación y prevención son esenciales para evitar la electrocución.
En relación con el peligro que supone la electricidad para un ser humano, vamos a tratar aquí dos facetas. La primera es la propia electrocución, término que alude a una descarga tan potente sobre una persona como para requerir auxilio y una posterior atención médica. La segunda es la prevención que hace posible impedir este terrible infortunio.
Primera reacción ante una persona electrocutada
La acción inmediata que tienes que realizar es contactar un equipo de emergencia y tomar las necesarias medidas previas para poder trasladar a la persona afectada al establecimiento médico más próximo. Pero antes, en los momentos iniciales, mientras esperas a los servicios de urgencia, debes efectuar una serie de procedimientos. Vamos a explicarlos, paso a paso.
1. Explicar bien lo sucedido al equipo de emergencias
Este acto aparentemente sencillo con frecuencia se ve entorpecido por la angustia y confusión. Debes procurar mantener la cabeza fría para poder aportar los datos imprescindibles sobre el modo en que se ha producido el percance. Es decir, las circunstancias previas, los motivos de la proximidad con la máquina o equipo eléctrico, sin olvidar el estado de la persona lesionada, incluyendo si ha perdido la consciencia y si la sacudida eléctrica le ha producido alguna quemadura visible. En este relato debes incluir todos los detalles que consideres significativos, para que los técnicos médicos hagan un ‘retrato’ de la situación.
2. Evitar una electrocución en cadena
Conviene destacar que si la persona afectada continúa pegada o próxima al origen de la descarga, la corriente noqueará igualmente a quienes pretenden ayudar, multiplicando el número de víctimas.
Debes interrumpir el flujo de electricidad para impedir que la transferencia al cuerpo de la persona afectada. Cortar cables nunca es una buena idea, ya que las tenazas o tijeras que se usarían para ello son instrumentos metálicos transmisores de corriente. La mejor solución es localizar el cuadro eléctrico y cerrar el paso desde allí.
Si por algún motivo no es posible detener la corriente, es urgente despegar a la víctima mediante algún utensilio de madera o plástico, es decir, materiales no conductores de electricidad. Los participantes en esta operación no deben estar mojados ni tener contacto con líquidos, ya que el agua transporta la electricidad. Pero si el incidente lo ha provocado un sistema de alta tensión, en ningún caso debes acercarte ni intentar separar al afectado, ya que solo lograrás aumentar la cifra de personas electrocutadas.
Por tanto, es crucial verificar que el foco de la electricidad ya no está activo o al menos que la persona dañada se halla lejos de la procedencia. Hecha esta comprobación, puedes aproximarte para calibrar el estado aparente de la víctima, mientras llega el equipo médico.
3, Asistir a la víctima tras separarla del foco eléctrico
Evitar mover a la persona afectada por la electrocución. No intentar cambiar de postura el cuello ni la cabeza, ya que puede haber sufrido algún tipo de traumatismo vertebral.
El siguiente paso es determinar que está consciente y que la respiración es regular, ya que una parada cardiorrespiratoria requiere aplicar un procedimiento de reanimación cardiopulmonar (RCP). La constancia respiratoria debe chequearse, dado que podría haber una insuficiencia pulmonar rezagada.
En caso de pérdida de consciencia, debes cubrir al afectado con una manta, ya que los accidentes eléctricos ocasionan una potente impronta de frío corporal.
Consejos para evitar la electrocución dentro y fuera de la empresa
La formación en prevención de riesgos laborales (PRL) es una exigencia legal básica para impedir accidentes en el entorno profesional. Esta preparación se financia con medios propios, mediante una subcontratación o sumando los dos formatos. En cualquier caso, la legislación exige una instrucción constante en materia de prevención.
De manera general, para evitar una electrocución se debe verificar que el interruptor general del cuadro eléctrico está desconectado antes de manejar o tocar cualquier aparato eléctrico o cable. El sistema de suministro y los enchufes se deben revisar periódicamente para evitar cortocircuitos y fugas eléctricas. Nunca conectes a una toma de corriente ningún aparato que por algún motivo esté húmedo o mojado. Si vas a limpiar un dispositivo eléctrico usando bayetas o paños untados con líquidos, comprueba que estén desenchufados. No enchufes una gran cantidad de equipos en una misma fuente para evitar sobrecargas y cortocircuitos.
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