Desde el comienzo de la pandemia, todos los trabajadores vinculados a la seguridad y la salud laboral han contribuido de forma decisiva a abordar, combatir y contrarrestar desde la prevención de riesgos laborales los efectos y las consecuencias de un virus que trastocó nuestra normalidad. En este escenario, este año el Día Internacional de la Mujer tiene como lema “Mujeres líderes: por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”.
El presente inmediato de ellas -y de todos- pasa por la igualdad de derechos y de expectativas. En el futuro de la PRL es preciso contar con mujeres líderes que aporten -desde su preparación, formación, trayectoria y profesionalidad- ideas de mejora. Afortunadamente, en el sector de la seguridad y la salud laboral este perfil es algo habitual, no excepcional. Pero aún quedan pendientes conquistas y retos por superar, como la brecha salarial o que en muchas ocasiones la conciliación familiar pase por la incompatibilidad planteada desde algunos universos machistas de compatibilizar ser madre con contar con una carrera que sitúe a esa mujer en la cima del poder.
ONU Mujeres facilita algunos datos esclarecedores para contextualizar la necesidad de continuar celebrando y reivindicando este día:
- Las mujeres son jefas de Estado o de Gobierno en 22 países, y únicamente el 24,9 %de los parlamentarios nacionales son mujeres. Al ritmo de progreso actual, la igualdad de género entre jefas y jefes de gobierno tardará otros 130 años.
- Las mujeres de menos de 30 años de edad representan menos del 1% de los parlamentarios a escala mundial.
- Las mujeres se encuentran al frente de la batalla contra la Covid-19, como trabajadoras del sector de la salud y en primera línea, y como científicas, médicas y cuidadoras; no obstante, ganan un 11% menos globalmente en comparación con sus homólogos masculinos. Como señala un análisis de equipos de trabajo sobre la Covid-19 de 87 países, solamente el 3,5% de estos tenían paridad de género.
Por todo esto, hoy queremos recordar y rendir tributo a esas mujeres que con su denodado esfuerzo han minimizado al máximo los efectos del nuevo coronavirus en los trabajadores. Con su labor callada, con su humilde grandeza, con su vocación solidaria y en alguna ocasión, a pesar de los impedimentos relacionados con su condición de mujer. A todas ellas, gracias por ser líderes y heroínas de la prevención de riesgos laborales y de la seguridad y la salud en el trabajo.
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