Las escaleras son un equipo de trabajo muy común y se utilizan de forma recurrente en muchos sectores. De hecho, es de los equipos más utilizados en el sector industrial y en el sector construcción, entre otros. Estos productos, son diseñados y fabricados bajo una normativa, lo que los hace un equipo de trabajo seguro siempre que se haga un buen uso de ellos. No obstante, si no se mantienen en perfecto estado y no se mantienen todos los elementos de seguridad, puede convertirse en un equipo de trabajo peligroso y causante de muchos accidentes que pueden llegar a ser muy graves.
En 2022, en España, 73 trabajadores murieron a causa de la caída desde altura. Esto quiere decir que, cada 5 días, ocurre un accidente mortal por caída en altura en nuestro país. Otro dato preocupante es el de, que más de 2 caídas en altura al día, producen un accidente grave. Esto equivale a, que más de un 20% de accidentes graves, son originados por caídas en altura. Lo peor, es que estas cifras han ido incrementándose año tras año.
En el ámbito doméstico, los datos no son más positivos. En el pasado año, en nuestro país, la causa principal de muerte externa fue la caída accidental. En total, 4018 personas fallecieron por esta causa el pasado año, lo que equivale a una media de más de 11 personas al día.
Muchos de los accidentes por caídas, estarán relacionados con el uso de escaleras. Por ello, es de vital importancia, que se haga un buen uso de estos equipos y se mantengan en perfectas condiciones.
La ley de Prevención de Riesgos Laborales, Ley 31/1995, en su artículo 17, refleja la obligatoriedad del empresario a “adoptar las medidas necesarias con el fin de que los equipos de trabajo sean adecuados para el trabajo que deba realizarse y convenientemente adaptados a tal efecto, de forma que garanticen la seguridad y la salud de los trabajadores al utilizarlos”. Además, “cuando la utilización de un equipo de trabajo pueda presentar un riesgo específico para la seguridad y la salud de los trabajadores, el empresario adoptará las medidas”.
Por otro lado, el Real Decreto 1215/1997, del 18 de julio, establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo. En su artículo 3, recoge que “el empresario adoptará las medidas necesarias para que, mediante un mantenimiento adecuado, los equipos de trabajo se conserven durante todo el tiempo de utilización” y que las operaciones de mantenimiento, reparación o transformación de los equipos de trabajo cuya realización suponga un riesgo específico para los trabajadores sólo podrán ser encomendadas al personal especialmente capacitado para ello”. Además, este Real Decreto recoge que “Las escaleras de mano se revisarán periódicamente” y que esta revisión debe realizarse con una periodicidad establecida y por personal cualificado.
La revisión de las escaleras tiene la función de comprobar el estado de estas, para asegurar que sigue cumpliendo su función de forma segura tal y como se había diseñado y fabricado. Principalmente, se debe de comprobar que todas las partes y elementos se encuentran en perfecto estado y que no existen deformaciones o desgastes. De forma genérica se debe inspeccionar si existen daños estructurales, los peldaños o escalones (bien fijados y en buenas condiciones), las zapatas antideslizantes, los estabilizadores o lastres, los sistemas de bloqueo de apertura, los sistemas de fijación (telescópicas), las plataformas y plintos, las barandillas y las ruedas y sus frenos.
El resultado de estas revisiones, debe de documentarse y registrarse, ya que la autoridad laboral en inspecciones, o en procesos de auditorías, pueden reclamar dicha información, siendo necesario demostrar y evidenciar de que estas revisiones se han llevado a cabo en tiempo y forma.
Es importante recordar, que, a pesar de estas revisiones periódicas, todos los trabajadores deben de revisar e inspeccionar las escaleras antes de su uso. Además, si aprecian cualquier anomalía, deben de no usar este equipo de trabajo, señalizar y avisar de que no puede hacerse uso de este, e informar lo antes posible a él o los responsables de la prevención de riesgos laborales.
Cuando una escalera no es apta, ya sea por revisión periódica o por inspección de parte de un trabajador, debe de retirarse de su uso. Si no se deshacen de ella, deben de apartarla de las zonas propias de trabajos, señalizar de forma evidente que no es apta para su uso, e identificarla con un cartel o pegatina de que esta retirada del uso.
Esta buena práctica, aparte de ser de obligatorio cumplimiento, podrá evitar muchos de los accidentes producidos por el uso de estos equipos de trabajo.
En Faraone estamos comprometidos, ante todo, con la seguridad. Nos centramos en diseñar y fabricar productos de calidad, fiables y seguros, pero, además nos esforzamos en mantener y dar un completo servicio postventa, y velar de forma insistente por la seguridad en el trabajo. Es por ello, que ofrecemos nuestros servicios para realizar estas inspecciones por personal cualificado. Inspeccionamos tanto nuestros productos, como escaleras de otras marcas. La inspección es realizada por uno de nuestros técnicos especializados, entregando un informe detallado con el resultado de la inspección. Además, podemos realizar presupuestos para la reparación o sustitución de los equipos que hayan resultado desfavorables.
Para más información: [email protected] – T. 955 631618
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