La Asociación de Empresas de Equipos de Protección Individual (Asepal) celebra la decisión del Gobierno de España de aprobar hoy en Consejo de Ministros la reducción del IVA de las mascarillas quirúrgicas desechables al tipo súper reducido del 4 % mediante decreto ley.
La patronal, que aglutina a más de 90 empresas dedicadas al diseño, fabricación y comercialización de equipos de protección individual (EPI), considera “positiva” cualquier medida orientada a facilitar el acceso a productos destinados a evitar la propagación del covid-19.
En este sentido, Asepal también vería con buenos ojos que se la medida se extendiera a las mascarillas autofiltrantes, como las FFP2, ya que se han convertido en elementos “cotidianos” y “necesarios” para una parte importante de la población.
“A raíz de la situación sanitaria, las mascarillas autofiltrantes se han convertido en un producto más de los disponibles en los canales de consumo para el público general. En este sentido, es importante que los productos disponibles en los puntos de venta sean EPI seguros”, ha asegurado Luis Gil Palacios, secretario general de Asepal.
La patronal recuerda que únicamente un EPI puede ofrecer protección frente a la presencia de aerosoles en un determinado entorno, por lo que son la opción adecuada para personas en contacto o al cuidado de positivos en covid-19.
“Las mascarillas autofiltrantes son las únicas a considerar para proteger la salud y la seguridad de la persona que lleva la mascarilla. Tanto las FFP2 como las FFP3 son un medio eficaz para evitar la aspiración de los aerosoles que pudiesen existir en el ambiente. Las mascarillas FFP3 muestran mayor eficacia filtrante que las FFP2, por lo que suelen utilizarse en ambientes en los que la concentración de contaminantes es mayor, o cuando se requiere eliminar tanta fracción de contaminante del aire respirado como sea posible”, matiza Gil Palacios.
Asepal destaca que, aunque el precio es un criterio que tiene en cuenta la ciudadanía para elegir una mascarilla u otra, es necesario asegurarse que el producto que vaya a adquirirse sea seguro.
En este sentido, recuerdan que una mascarilla autofiltrante segura debe contar con los correspondientes marcados como el marcado CE (con los cuatro dígitos el organismo notificado), la norma técnica y el fabricante. Además, debe ir acompañado de un folleto informativo y la declaración de conformidad correspondiente.
“La ausencia de alguno de estos elementos puede inducir a sospechas sobre la seguridad del producto”, matiza Gil Palacios.
No obstante, la patronal recuerda que la mascarilla autofiltrante es un producto principalmente destinado a la protección de los distintos profesionales que desarrollan su actividad en entornos donde puede haber aerosoles contaminados y otras sustancias nocivas para la salud.
“Es responsabilidad de la empresa facilitar a sus trabajadores los equipos de protección individual correspondiente según la evaluación de riesgo que se lleve a cabo”, concluye el secretario general de Asepal.
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