Como muy bien sabemos la pandemia generada por la COVID-19, ha revolucionado la forma de prestar el trabajo. Estamos evolucionado y en la transición de modelos de trabajo tradicional, a los modelos de teletrabajo y/o trabajo a distancia/remoto que van a marcar fuertemente los nuevos contextos laborales.
Prueba de todo ello, es el Real Decreto-ley 28/2020 de trabajo a distancia, publicado recientemente en el BOE.
La implantación del teletrabajo y su sostenibilidad en el tiempo como modalidad laboral normalizada, requiere que la persona que desarrolle un trabajo de forma remota, cuente con una serie de competencias generales, de gestión, tecnológicas, y que si no se tienen en cuenta, pueden afectar negativamente a la salud de la misma, así como a la productividad de la compañía.
Perfil idóneo del teletrabajador
Características personales:
- Autónomo, disciplinado y constante.
- Alto nivel de autoestima y eficiencia.
- Merecedor de confianza.
- Capacidad de automotivación
Habilidades profesionales:
- Tiene formación y experiencia previa en la actividad desarrollada.
- Puede realizar y organizar su trabajo sin una supervisión directa.
- Capaz de planificar el trabajo y cumplir los plazos establecidos.
- Habilidad en la resolución de problemas.
- Competencias en el manejo de las TIC.
- Capaz de adquirir nuevos conocimientos a través de la formación.
Circunstancias personales:
- Desea teletrabajar.
- Su domicilio es apto para el teletrabajo.
- Sus responsabilidades personales no van a impedir su desempeño laboral.
Visto el nuevo contexto en el que nos estamos moviendo, APA ha desarrollado un nuevo servicio, a raíz de la situación expuesta anteriormente, y que puede ser de máximo interés para las empresas que realmente están comprometidas con la “P” de personas.
Dicho servicio trata de poner a disposición de las empresas, una herramienta online que les permita llevar a cabo el análisis de las competencias profesionales que son clave para una buena transición hacia el nuevo modelo de teletrabajo.
De este modo, el modelo contempla que poseer en buena medida ciertas competencias profesionales, amortigua los efectos (potencialmente negativos para la salud) dteletrabajoel trabajo a distancia y que, en el caso opuesto, de no poseer en buena medida estas competencias, se dispararán con mayor probabilidad los efectos potencialmente negativos del teletrabajo, tanto para la persona –a nivel de salud-, como para la organización -a nivel de productividad-. Las competencias profesionales son: resiliencia, adhesión a las normas, comunicación, autonomía/iniciativa y adaptación al cambio.
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