En 2021, la ONU ha proclamado el Día Mundial del Algodón a celebrarse el 7 de octubre cada año para crear conciencia sobre la importancia de utilizar algodón sostenible y responsable. El ‘oro blanco’ cultivado en más de 100 países, representa una fuente vital de fibra y alimentos para países en vías de desarrollo.
Proporcionando ingresos a más de 250 millones de personas en todo el mundo y empleando alrededor del 7% de la mano de obra en los países en desarrollo, el algodón es el «cultivo no alimentario más rentable» del mundo según el Fondo Mundial para la Naturaleza o WWF. Debido a todos los efectos negativos que su producción tiene sobre el medio ambiente, cada vez más fabricantes textiles optan por el use de algodón sostenible y responsable para sus fábricas de confección.
Varias marcas se han visto presionadas para hacer que sus cadenas de suministro y modelos comerciales sean más sostenibles después de que un informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) revelara que la industria de la moda es responsable de producir el 10% de las emisiones globales de dióxido de carbono y utiliza aproximadamente 1,5 billones de litros de agua anualmente.
Además, informes recientes sobre prácticas de trabajo forzoso relacionadas con el algodón proveniente de Xinjiang, China, han obligado a muchos minoristas a dejar de usar el producto chino para obtener un algodón sostenible y responsable, generando boicots a marcas como Adidas, H&M, Nike, Puma y Zara en el país asiático.
A pesar de que la fabricación textil es, en esencia, la misma en toda la industria, la producción de telas para ropa de trabajo es completamente diferente a la moda rápida o ‘fast fashion’ en términos de sostenibilidad, ya que una prenda utilizada para proteger a un trabajador podría durar mucho tiempo antes de tener que ser reemplazada.
Los fabricantes de tejidos de ropa de trabajo a nivel mundial trabajan constantemente para asegurarse de que sus tejidos no sólo pasen pruebas rigurosas para garantizar sus características de protección y apariencia, sino que también utilicen algodón y suministros de origen responsable en su producción.
El fabricante global de tejidos de ropa de trabajo, Carrington Textiles, por ejemplo, suministra a sus clientes algodón de la BCI para una alternativa más respetuosa con el medio ambiente; así como también algodón orgánico o reciclado para apoyar una economía circular y que el algodón pueda «vivir de nuevo». Los proveedores de la empresa se adhieren al código de conducta basado en el Pacto Mundial de Naciones Unidas. De esa manera se aseguran de no utilizar algodón de zonas geográficas donde es bien sabido que se utilizan prácticas duras y poco éticas para el cultivo del algodón. La mayoría cuentan con acreditaciones como SA8000, GOTS u OekoTex STeP donde se realiza una auditoría sobre las condiciones de trabajo.
Existen muchas alternativas disponibles en el mercado para garantizar el uso del mejor algodón sustentable para tejidos, estas incluyen algodón orgánico, en conversión, reciclado, BCI y de Comercio Justo. Cualquiera que sea la opción, todos necesitamos crear un cambio positivo en la industria colaborando con las partes interesadas y asegurando que el uso de algodón sustentable y responsable sea tratado como un tópico de prioridad para la industria textil.
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