Safety First. Estas dos simples palabras que ponen a la seguridad en primer lugar, condicionan todas las rutinas, tareas y proyectos de Sulzer Pumps Wastewater Spain, que desde 2012 trabaja con un Programa de Comportamiento Seguro.
La presa de San Salvador, gestionada por la Comunidad de Regantes del Canal de Aragón y Cataluña y con una capacidad total de 136 millones de metros cúbicos, tiene el objetivo de atender la demanda de 22.400 hectáreas de terreno y mejorar el sistema de riego del Canal de Aragón y Cataluña. Cuando el nivel de agua en la presa es bajo y no es posible que se produzca la descarga por gravedad al canal, es, entonces, tarea de las bombas Sulzer suministrar el agua necesaria para mantener el nivel requerido.
Ejecución del mantenimiento. Anualmente, tres de nuestros técnicos acuden a la estación de bombeo para realizar un mantenimiento que durará dos semanas y donde se revisará el estado general de las ocho bombas, las mangueras eléctricas y sus atados, las cadenas, los centradores, así como comprobarán la hidráulica y el nivel de aceite visualmente.
Plan de seguridad de los trabajos. Debido a que Sulzer participó en la fase de diseño, se pudo prever y promover la puesta de medidas de seguridad en esta estación de bombeo, como son la presencia de un puente grúa fijo y las rejillas móviles que cubren los pozos, que fueron homologadas específicamente para poder trabajar sobre ellas.
Si bien a primera vista pueden parecer medidas obvias, son muchas las ocasiones en las que acudimos a las instalaciones de nuestros clientes y nos enfrentamos a mantenimientos que carecen de medios adecuados de izado, incluso a veces sin que exista la altura suficiente para extraer las bombas. Siempre llevamos nuestros sistemas anticaídas, rescatadores, mástiles, pero en muchas ocasiones las instalaciones no son adecuadas para utilizar nuestros medios, por lo que nos vemos obligados a agudizar nuestro ingenio para establecer sistemas seguros.
Desde hace más de una década, en Sulzer minimizamos la entrada a los pozos y, en su lugar, tratamos de realizar los trabajos desde fuera, izando las bombas o incluso, como hacemos en la actualidad, gestionando el mantenimiento telemáticamente, sin necesidad de sacar los equipos de los pozos. Evidentemente éste es el futuro, un futuro que, sin lugar a dudas, reduce el riesgo de los trabajadores.
Cuando trabajamos en el bombeo del embalse de San Salvador, lo primero que aseguramos es que no haya peligro de que nuestros profesionales o cualquier otra persona caiga a los pozos mientras permanecen abiertos. Para evitar esto, establecemos un proceso por el cual se impide tener dos pozos abiertos a la vez. Cuando uno lo está, se coloca una plataforma de reja que permite extraer los equipos con total seguridad. Asimismo, para realizar cualquier trabajo en el perímetro de los pozos es imprescindible anclarse a una línea de vida. Los puntos de anclaje deben instalarse en el suelo ya que no hay paredes ni columnas donde poder colocarlos sin que interfiera el movimiento de la grúa. El inconveniente de que los puntos de anclaje estén a nivel del suelo es que el factor de caída será de 2, por lo que aun evitando accidentes mortales, existe la posibilidad de lesión. Por ello, sólo trabajamos con equipos retráctiles que aseguran en todo momento un factor de caída 0.
La principal dificultad a la que nos enfrentamos en los mantenimientos, por muy bien que estén diseñados los planes iniciales, es que una vez acordado con el cliente los trabajos a realizar, e incluso conociendo las instalaciones, las circunstancias sobre el terreno son desconocidas. Es importante tener una visión técnica amplia, así como una buena batería de soluciones preventivas para minimizar los tiempos de inactividad.
La prevención empieza mucho antes de llegar al mantenimiento. Y es que, por muy capacitado y entrenado que esté el profesional, nunca es suficiente para evitar el riesgo de accidente. En Sulzer tenemos instaurada, entre otras, una estrategia llamada “Take Five”, por la que se invita al profesional a tomarse cinco minutos para evaluar el riesgo analizando: el espacio, las herramientas y protecciones, así como su condición física, mental y emocional para gestionar la tarea.
La Coordinación de Actividades Empresariales también juega un papel muy importante. Aunque se llega a decir que hacer CAE se limita a un simple intercambio de documentos, en Sulzer nos lo tomamos muy en serio, ya que, una correcta supervisión de las condiciones empresariales y de la capacitación de los profesionales, es vital para garantizar su seguridad.
En definitiva, un buen mantenimiento se caracteriza por garantizar la máxima seguridad en todas sus fases cumpliendo con los plazos establecidos. Ello marcará la diferencia real entre la “realización de trabajos” y la realización de trabajos seguros.
