En los últimos meses hemos recibido bastantes consultas por parte de nuestros clientes sobre la protección respiratoria contra partículas, en la mayoría de los casos preocupados por la modificación del decreto del cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social, en la cual incluyeron el polvo de sílice libre como agente cancerígeno (la directiva (UE) 2017/2398 considera que el polvo de sílice cristalina respirable es un agente cancerígeno) y que ha entrado en vigor a partir de enero del 2020.
La sílice cristalina nos la podemos encontrar en una gran variedad de sectores, yendo desde la construcción (hormigones, arenas) hasta la industria siderúrgica, pasando por minerías, industrias del vidrio o fundiciones.
Lo primero que debemos de indicar es que los EPIs son la última solución ya que el nuevo decreto va a obligar a tener que adaptar procedimientos y aplicar nuevos sistemas o pautas de trabajo a los cuales supondrán un esfuerzo importante para las diferentes empresas.
Dicho esto, como bien ustedes saben el nivel de protección de los equipos de respiración viene dado por el factor de protección nominal (FPN), el cual viene indicado en función de la normativa y clasificación que tenga el EPI, de este modo una mascarilla desechable, tiene un FPN, de 4 en caso de un FFP1 (la fuga hacia el interior es de un 22%), un FPN de 12 en caso de una FFP2 (la fuga hacia el interior es de un 8%) y FPN de 50 en caso de las FFP3 (la fuga hacia el interior es de un 2%). En el caso de las mascarillas buconasales con filtros de partículas, resulta que una mascarilla con filtro P2, tiene un FPN de 12, el mismo que una mascarilla FFP2 desechable y una mascarilla con filtro P3, tiene un FPN de 48, por debajo de una mascarilla desechable FFP3. Hay que tener presente que estos valores, del factor de protección nominal, se han asignado a partir de pruebas en laboratorios
¡Sigue Leyendo!
Aquí te hemos mostrado tan sólo una parte de este contenido.
¿Quieres leer el contenido completo?
Archivado en:
