El futuro ya está aquí y muchas cosas no serán como antes. La Covid-19 ha cambiado nuestra vida personal y también nuestra vida laboral. Las restricciones a la movilidad para frenar la expansión del coronavirus nos ha traído un futuro que ha llegado antes de lo previsto y ha extendido una forma diferente de trabajar, el trabajo en remoto, que con el avance acelerado de la digitalización ha situado a la tecnología en el centro de nuestras actividades y comportamientos.
Si antes de la irrupción de la pandemia, la cuarta revolución industrial comenzaba a impactar sobre la forma de producir y la organización de las empresas, ahora, esta Revolución 4.0 puede acelerarse y adquirir una mayor relevancia en nuestra realidad. Una realidad en la que la tecnología se está desarrollando a un ritmo vertiginoso, convirtiéndose en protagonista de la actividad económica y poniendo encima de la mesa los desafíos y retos que ello comporta, entre los que destaca como prioritario y principal garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores en todos y cada uno de los sectores de actividad.
Estamos, por tanto, en un nuevo escenario propio de la economía 4.0, acelerado en cierto grado como consecuencia de la pandemia, y en cuyo entorno de trabajo prima la digitalización, la conectividad, la automatización de las máquinas y la emergencia de la robótica y la inteligencia artificial, entre otras. Un nuevo escenario en el que, dada la complejidad, es preciso contar con respuestas y estrategias para que las empresas puedan gestionar los cambios de la mejor manera posible.
Cambios y desafíos
Ante estos cambios y desafíos, encontramos respuestas en el trabajo R-evolución Industrial: prevención y retos 4.0. Una investigación desarrollada por Unión de Mutuas en colaboración con cuatro entidades representativas de los sectores productivos de la madera, el mueble y la metalurgia (AIDIMME, FEMEVAL, FEVAMA y VALMETAL) y la entidad referente en el mundo de la prevención y el cuidado de la salud laboral (Unimat Prevención). Desde una visión empresarial, preventiva e innovadora, en el estudio abordamos el impacto, las oportunidades y los retos que el uso de las principales tecnologías habilitadoras en el trabajo está teniendo sobre la organización productiva, las condiciones de trabajo, las relaciones en el trabajo y sobre los nuevos riesgos laborales emergentes. Se incluyen estrategias de actuación para hacer que la Industria 4.0 sea más productiva, más segura y más humana. A partir de entrevistas realizadas a un grupo de empresas representativas de los sectores del metal y de la madera, hemos analizado las condiciones de trabajo y empleo afectados por la digitalización, ante las cuales ofrecemos las pautas para asegurar la adaptación del nuevo entorno al bienestar de las personas trabajadoras. Unas pautas basadas en la ética y la responsabilidad social orientadas a que las personas sean las protagonistas de la transformación digital, situándolas en el centro de los cambios y de la revolución tecnológica.
Podemos constatar que los cambios en las condiciones de trabajo provocados por exigentes ritmos de trabajo, extensión de jornadas y horarios, las alteraciones en las relaciones personales y jerarquías profesionales, o las nuevas formas de contratación, provocan un escenario en el destacan los riesgos psicosociales y organizacionales, y aparecen formas específicas de riesgos relacionados con la seguridad, higiene y ciberseguridad, vinculados a las nuevas tecnologías. Se trata de una cuestión muy importante, ya que, tal y como arrojan los resultados del estudio, es en la esfera organizativa y psicosocial donde la industria 4.0 va a tener un mayor impacto.