Estos últimos meses han sido complicados para todos nosotros. Ya sea en casa o en el trabajo, nuestra vida cotidiana se ha transformado y hemos tenido que aprender a vivir de forma diferente. No ha sido fácil todos los días, y menos aún para usted, que como profesional de la prevención de riesgos laborales en las empresas usted ha estado muy solicitado. Estos meses conviviendo con el COVID-19 han sido un momento duro y único, y sabemos cuánto tuvo que hacer para proteger a su personal.
De hecho, para usted y sus colegas, la crisis ha sido una oportunidad para volver a situar la noción de “salud e higiene” a la vanguardia de la prevención de riesgos. La prevención como profesión ha tenido que evolucionar en esta dirección: cada empresa se ha centrado en los aspectos sanitarios, además de las dimensiones técnicas y los riesgos operativos vinculados a la crisis.
Su papel como responsable de calidad, salud, seguridad laboral y/o medio ambiente se ha vuelto esencial y fundamental. Esto ha dado lugar a muchos desafíos: la seguridad de los empleados se ha convertido en acción prioritaria y la prevención se ha erigido en el centro de las estrategias definidas por las empresas para hacer frente a la crisis.
Con el fin de limitar la propagación de la epidemia y hacer frente a ese peligro, usted se ha entregado en cuerpo y alma para asegurar el más estricto respeto a las iniciativas puestas en marcha para contener la expansión devastadora. Usted ha librado una batalla implacable para organizarse inmediatamente y prepararse para vivir con la epidemia, fomentando la continuidad de la actividad en su empresa.
Así que a usted y a todos sus colegas que han coordinado la evaluación de riesgos, que han propuesto planes de acción para el mantenimiento de su organización, que han llevado a cabo campañas de educación en materia de higiene, que han recordado a los empleados las técnicas adecuadas para lavarse las manos, que han introducido el uso de máscaras y las medidas de distanciamiento social, pero también que han puesto a disposición recursos materiales y humanos de manera general, gracias.
Gracias por su dedicación y esfuerzo. Con su labor ha asegurado que la salud de los trabajadores se preserve mejor implementando estas normas de seguridad en las empresas. En la gestión de la crisis del COVID-19, usted ha estado en primera línea: ha movilizado recursos, asegurado la protección de los empleados, pero también usted ha contribuido en preservar la actividad económica de la empresa de manera sostenible.
Gracias también por limitar la inseguridad y tranquilizar a sus clientes y socios sobre el futuro. Esto condiciona el compromiso de los empleados y la calidad de vida en el trabajo. Esta epidemia es uno de los riesgos que no son creados por las empresas, pero que les afectan de manera significativa. Por lo tanto, es un nuevo capítulo que se abre para usted como responsable PRL, que le lleva a ampliar el alcance de sus objetivos.
Entendemos lo que ha vivido y su espíritu de sacrificio. Ha demostrado valor y fuerza de voluntad. Solo queremos decirle que sabemos lo importante que es su papel en la empresa: gracias por ello.
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