Las conocidas “5 Reglas de Oro” de la electricidad tuvieron su origen en la última mitad del pasado siglo XX. Fueron establecidas por primera vez en la normativa de seguridad eléctrica (Instituto de Ingeniería Eléctrica y Electrónica IEEE), entorno al año 1940. Sin embargo, no fue hasta la década de 1950 y 1960 cuando estas reglas fueron adoptadas y difundidas a nivel mundial, especialmente en las normativas de seguridad eléctrica y en los procedimientos de trabajo en muchos países. En España, se comunicaron a través de las conocidas Normas ASIS (Análisis de Situación de Salud).
Posteriormente, en España, fueron anexadas (Anexo II) al RD 614/2001, para su obligado cumplimiento.
Estas reglas fueron creadas con el objetivo de reducir los accidentes eléctricos y mejorar la seguridad. Las “5 Reglas de Oro” se basan en principios fundamentales como el aislamiento, el corte de la corriente y la verificación de que no haya tensión en las instalaciones antes de trabajar en ellas.
Estas reglas son ampliamente utilizadas en la industria eléctrica. Son esenciales para cualquier trabajo en instalaciones eléctricas, ya sea en baja, media o alta tensión, y su cumplimiento puede prevenir accidentes graves.
A lo largo de todos estos años han sido innumerables los accidentes e incidentes que han evitado. Fueron un gran paso hacia la seguridad en los trabajos eléctricos, acorralando cada vez más al temido accidente. Los profesionales de la electricidad, hoy en día, tienen interiorizado este sencillo, pero eficaz procedimiento.
No obstante, y consecuencia del análisis de los accidentes e incidentes que aún ocurren, se dan casos cuyo origen o raíz se debe, en gran parte, a una mala o errónea identificación de los equipos, elementos…, sobre los que se debe maniobrar o actuar. La apertura de seccionadores en carga, celdas o cabinas adyacentes, apoyos similares, circuitos idénticos…, son ejemplos de errores de identificación. Sigamos haciendo camino y atajemos aún más el accidente eléctrico.
Sabido es que una errónea identificación del equipo a maniobrar nos causará, como mínimo, un incidente. Demos un paso más e incorporemos a las 5 reglas de oro otra regla en este grupo, siendo de aplicación en trabajos cuyos procedimientos apliquen las 5 reglas de oro correspondientes.
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