Entre el 15% y el 30% de los accidentes laborales están vinculados al consumo de alcohol o drogas, según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En la actualidad, hay que añadir nuevos riesgos, como son las adicciones derivadas del uso de las nuevas tecnologías, como la tecnoadicción, el tecnoestrés o la tecnofatiga.
Con el objetivo de analizar el impacto de las adicciones en el entorno laboral, la alianza +compromiso ha organizado una jornada en Madrid desde un enfoque de cultura empresarial que siente las bases para la prevención del consumo de sustancias y del uso excesivo de tecnologías, amenazas que repercuten en la salud de los empleados, en la seguridad en el trabajo y en la productividad de la empresa.
La jornada, moderada por Adrián Díaz-Caneja, coordinador de PR y eventos de la consultora Affor Health, se ha inaugurado con la intervención de Elena Presencio, directora general de la Asociación Proyecto Hombre, quien ha puesto de relieve que el lugar de trabajo es un entorno privilegiado a la hora de prevenir las adicciones y promover estilos de vida saludables. Proyecto Hombre aborda la prevención laboral en las empresas con planes centrados en reducir el riesgo de consumo de sustancias o comportamientos adictivos en el trabajo para crear un ambiente más saludable y seguro.
Enfoque preventivo, de género y personalizado
En la primera mesa redonda, ‘El papel de la empresa ante las adicciones en el trabajo y cómo gestionarlas’, Ángela Todolí, asociada principal del área Laboral en Cuatrecasas, ha señalado que «todavía persiste en nuestro ordenamiento jurídico una visión reactivo- punitiva de esta cuestión poco acorde con la actual consideración de tales situaciones». En este sentido, ha abogado por cambiar el modo de gestión por parte de las empresas de esta problemática priorizando la gestión de las mismas desde la perspectiva de protección de la salud de los trabajadores.
Por su parte, técnicos de Prevención de las tres Mutuas han puesto el acento en un enfoque preventivo de las adicciones, evitando las cuestiones disciplinarias, han abordado el consumo de sustancias desde una perspectiva de género, diferenciando los modelos sociales asociados a ello, y han alertado de los riesgos para la salud derivados del uso intensivo de tecnologías sin una formación adecuada, abogando por adaptar los puestos de trabajo según las capacidades individuales de cada empleado para prevenir problemas como la tecnofatiga.
Experiencias empresariales en la gestión de adicciones
La jornada ha reunido también a representantes de diversas empresas que han compartido sus experiencias en la gestión de adicciones en el ámbito laboral.
Isabel Tapia, HSSEQ Manager en Oryx Iberia, ha explicado cómo su empresa ha evolucionado en este aspecto, pasando de realizar controles puntuales de alcohol a implementar una política integral que incluye pruebas obligatorias para todos los empleados.
Por su parte, Carles Salas, responsable de Salud y Seguridad en TUSGSAL, ha abordado cómo el consumo de sustancias se filtra en las empresas, subrayando la importancia de campañas de sensibilización, formación continua y pruebas de detección. «El tratamiento de este factor de riesgo, debe ser asumido de forma consensuada y dentro de la actividad preventiva de la empresa», ha concluido.
María Pilar Campos, Gerente del Servicio de Prevención de Telefónica España, ha explicado ó que la compañía fue pionera en el desarrollo e implantación del programa de Desconexión Digital, que prioriza el derecho de los empleados a desconectar de las plataformas digitales fuera de su horario de trabajo, algo que contemplan, como un derecho, y no estrictamente como una obligación legal, y que se recoge en su convenio colectivo. Además ha asegurado que “gestionar las adicciones en el trabajo requiere un enfoque integral que combine prevención, detección temprana, intervención y apoyo a los empleados”.
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