¿Quién quiere que suceda un accidente en un espacio laboral? Nadie. Lo último que el propio trabajador o el propietario de una empresa desean es que sucedan accidentes en sus ámbitos profesionales. El riesgo acecha en cualquier entorno donde un grupo de personas haga una tarea remunerada: oficina apacible o nave industrial Pero los accidentes laborales no son sucesos aislados y pueden tener un potente impacto sobre la empresa.
Eliminar por completo los riesgos laborales es imposible, dada la incertidumbre consustancial a toda . actividad humana. Por tanto, siempre existe la posibilidad de que ocurran incidentes que pongan en peligro la seguridad y la salud. No obstante, en nuestros tiempos existen tecnologías capacitadas para mejorar la detección y prevención de riesgos laborales, cumpliendo con la normativa correspondiente.
¿Qué impacto pueden tener los accidentes laborales sobre una empresa?
La prevención de riesgos laborales (PRL) no solo garantiza la seguridad de todos los empleados, sino que blinda a la propia empresa contra gastos médicos y legales. Huelga decir que los accidentes pueden deteriorar imagen corporativa. Estas son las secuelas potenciales para una empresa sin una estrategia de prevención de riesgos laborales.
1) Daños físicos. Un accidente laboral puede provocar un variado espectro de lesiones físicas, desde cortes y traumatismos hasta roturas de huesos, quemaduras y amputaciones. Las discapacidades resultantes pueden ser transitorias o definitivas, afectando en todo caso a la calidad de vida.
2) Gastos médicos y legales. Un accidente laboral requiere cantidades sustanciales de dinero en gastos médicos, rehabilitación, compensaciones económicas, multas por incumplimiento de medidas preventivas y posibles demandas judiciales. Todo ello afecta a la estabilidad financiera de trabajadores y de la propia empresa.
3) Mala imagen corporativa. El deterioro de la imagen una empresa es otra de las consecuencias inevitables, con pérdida de confianza por parte del gran público, los clientes y los socios. A esto hay que sumar el aumento de dificultades para captar y conservar el talento profesional.
4) Consecuencias legales. Un accidente laboral puede conllevar pesquisas gubernamentales, inspecciones de seguridad laboral, sanciones normativas y acciones legales de los trabajadores afectados o sus familias. Esto a su vez puede ocasionar gastos adicionales, por no hablar de la inversión de tiempo y recursos empresariales.
5) Menor productividad. Un siniestro laboral puede interrumpir determinadas tareas productivas y programas empresariales, perjudicando el espíritu y la interacción de la plantilla, creando un contexto de trabajo estresado y falto de motivación. Es decir, un efecto negativo sobre el rendimiento y la calidad del trabajo.
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