¿Sabías qué…? El lavado interior de cisternas de transporte, esencial en la cadena de suministros, conlleva riesgos químicos que deben abordarse con precaución y protocolos adecuados. La limpieza entre entregas no solo previene la contaminación cruzada, sino también el deterioro de materiales ante la corrosión, oxidación y posibles fugas, así como la degradación biológica en caso de transporte de productos alimenticios. Esta tarea debe ser llevada a cabo por personal altamente capacitado y en instalaciones adecuadas, en pos de salvaguardar su seguridad.
Dentro del proceso de lavado, los riesgos potenciales de exposición a sustancias que pueden causar lesiones químicas están presentes en múltiples fases, y es fundamental identificar con precisión la carga previamente transportada para establecer procedimientos adecuados.
Durante la fase de limpieza, es esencial destacar que no solo los posibles residuos peligrosos remanentes del material transportado en la cisterna representan un riesgo, sino también la utilización de agentes limpiadores que podrían contener componentes corrosivos o irritantes. Igualmente, al finalizar el proceso de limpieza, es común contar con estaciones depuradoras, donde el tratamiento de las aguas residuales con diversos productos químicos también expone al personal a posibles salpicaduras.
En consecuencia, resulta imperativo implementar medidas de seguridad precisas en cada etapa, con el fin de minimizar los riesgos de entrar en contacto con un producto químico peligroso y asegurar la protección de los trabajadores.
Contacto con químicos
En este sentido, una salpicadura de productos químicos puede tener graves consecuencias para la víctima si no se trata con rapidez y eficacia.
Las duchas/lavaojos de seguridad de agua son una opción habitual en la industria, debiendo ser las mismas activadas en los 10 primeros segundos tras el contacto para lavar por efecto de arrastre y dilución el producto químico. Sin embargo, la falta de uso frecuente puede llevar al estancamiento del agua y la contaminación bacteriana, por lo que un mantenimiento regular es esencial. Además, para empleados en áreas de difícil acceso, llegar hasta un punto de lavado puede resultar complicado.
Como una evolución del agua y una alternativa altamente eficiente, emerge la Solución DIPHOTERINE®. Se trata de una solución de lavado activa que permite eliminar el producto químico peligroso más rápido y con menos volumen. Su uso permite ampliar el tiempo de intervención hasta un minuto, disminuir significativamente la gravedad de las lesiones, minimizar la necesidad de duchas tradicionales y sus costos de mantenimiento. Además, su portabilidad permite una descontaminación ágil.
En situaciones donde cada minuto cuenta, esta solución puede marcar la diferencia al mitigar los daños y proteger la salud de los trabajadores.
