Entre los riesgos laborales que afrontan los trabajadores, uno de los menos conocidos es el que representan las llamadas vibraciones mecánicas.
Según la Organización Internacional del Trabajo estas oscilaciones, transmitidas al cuerpo por parte de estructuras contiguas al empleado, le pueden generar efectos perjudiciales o molestias. Dichos movimientos emiten una energía que el cuerpo humano absorbe. De modo variable en base a la potencia y el punto de impacto, las vibraciones son capaces de ocasionar daños físicos y alteraciones de diversos tipos.
Tipos de vibraciones mecánicas y sus efectos
El contacto rutinario o frecuente con estas vibraciones mecánicas propicia el desarrollo de ciertas patologías. Esta relación causa-efecto se halla firmemente establecida en casos específicos como son los problemas de tipo vascular, osteoarticular, nervioso y muscular.
- Vibraciones de cuerpo entero: trastornos respiratorios, músculo-esqueléticos, sensoriales, cardiovasculares, efectos sobre el sistema nervioso, circulatorio o digestivo.
- Vibraciones de las extremidades: trastornos vasculares, nerviosos, musculares, de los huesos y de las articulaciones de las extremidades superiores.
Características e impacto de la vibración sobre el trabajador
El impacto de las vibraciones sobre el cuerpo humano viene determinado por estas variables:
- Potencia. La magnitud de las vibraciones evalúa el desplazamiento generado, contabilizando la aceleración por tratarse de un parámetro cuantificable. La unidad de medida es el metro por segundo (m/s).
- Frecuencia. Número de veces que el aparato o estructura vibra por segundo, aunque por lo general los artilugios mecánicos no consignan una frecuencia única y precisa, integrando varias. La unidad de medida es el hercio (Hz).
- Tiempo de exposición. Duración del contacto con las vibraciones mecánicas a lo largo de la jornada de trabajo. Para evaluar este acoplamiento potencialmente peligroso conviene saber cuál es la función concreta de cada máquina, porque un mismo aparato puede tener usos múltiples y no todos generan necesariamente movimientos vibratorios.
- Punto corporal de incidencia. La dirección de la energía vibratoria va a marcar la zona corporal dañada y el tipo de efecto recibido. Como ya hemos dicho, las vibraciones mecánicas pueden repercutir en todo el cuerpo (si el empleado trabaja sobre una superficie móvil) o sobre las extremidades superiores (si utiliza una herramienta con las brazos o con las manos).
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