Botas de seguridad y ropa de trabajo para frío extremo

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Iturri

Una correcta elección de la ropa y las botas de seguridad para frío extremo es fundamental para garantizar el bienestar y la comodidad del trabajador. Solo así desempeñará su labor con la máxima eficacia y sin poner en peligro su salud a bajas temperaturas. Para elegir el material correcto, tanto el calzado como el resto de la equipación deben contar con algunas características indispensables para trabajar bajo estas circunstancias.

¿Qué requisitos deben cumplir estas botas?

Por las particularidades propias de cualquier trabajo, el calzado laboral debe ser lo suficientemente cómodo para que lo usemos durante jornadas de ocho horas y resistente. Para cumplir con la homologación necesaria, las botas de seguridad han de incorporar una puntera que resista impactos y posibles aplastamientos de hasta 200 julios. Además, para soportar correctamente las bajas temperaturas, el calzado de  trabajo tiene que contar con ciertas propiedades.

Tejido transpirable e impermeable

Al llevar estas botas durante largas jornadas, el pie puede llegar a sudar. Para evitar la acumulación de humedad, que sería el caldo de cultivo perfecto para los hongos, la tela debe facilitar la transpiración perfectamente. Eso sí, la humedad únicamente debe salir hacia fuera para que el interior del calzado permanezca seco. Para ello, la parte externa ha de ser completamente impermeable al agua o a la nieve.

Aislamiento térmico

El pie, junto a la cabeza y las manos, supone un importante punto de pérdida de calor corporal. Para mantenerlo siempre a la temperatura adecuada es vital que las botas que compremos dispongan de un aislamiento térmico de calidad. De ese modo, incluso en los entornos más fríos, se conservará el calor y la completa movilidad de los pies.

Interior acolchado

La mejor forma de elegir un calzado de gran comodidad es fijarse en que su zona interior esté recubierta de una membrana acolchada. Esto es relevante, sobre todo, si tenemos que movernos mucho durante el día. También hay que considerar que la parte delantera cuenta con una placa de metal para protegernos, que no es, precisamente, el material más amigable con el pie. Por lo tanto, conviene evitar que estas partes provoquen roces constantes.

Adicionalmente, la suavidad de la tela interior, junto con unos buenos calcetines, serán más que suficientes para mantenernos cómodos en todo momento.

¿Qué problemas evitan estas botas?

Las botas de seguridad para frío extremo son de gran ayuda para evitar los peligros asociados a la congelación. No en vano, las temperaturas bajas reducen el riego sanguíneo de la extremidad, ya que los vasos sanguíneos se contraen, lo que deriva en un mayor riesgo de sufrir lesiones o enfermedades. De hecho, las bajas laborales por el frío son uno de los mayores riesgos a los que se someten los trabajadores durante el periodo invernal o mientras trabajan en máquinas frigoríficas.

También es importante reseñar la gran incidencia de accidentes en estas circunstancias. El menor tacto de los pies en situaciones extremas, junto con una suela de poca calidad, pueden producir caídas y resbalones debido a la mala adherencia al suelo.

Ropa de trabajo

Las bajas temperaturas también exigen la utilización de ropa de trabajo para frío extremo. Cuando nos enfrentamos a temperaturas bajo cero, el cuerpo no es capaz de generar todo el calor que necesita sin una pequeña ayuda. Con el uso de esta capa adicional de ropa, estaremos más protegidos y no tendremos problemas para aguantar durante varias horas seguidas esta situación.

¿Qué prendas debemos adquirir?

No todos los trabajos requieren la misma ropa. Aquellos en los que el ejercicio físico sea intenso, por ejemplo, será necesario contar con una más ligera. Sin embargo, cuando el esfuerzo sea más bajo, es crucial que el aislamiento térmico provenga de la propia prenda. En cualquier caso, el equipo debe integrarse por varias piezas que nos equipen por completo.

Un gorro se encargará de proteger las orejas y la parte superior de la cabeza, dos partes del cuerpo por las que se pierde mucho calor. También es necesario el empleo de  guantes adaptados al frío y una parka impermeable con un buen aislamiento.

En la parte inferior, unos pantalones de trabajo con un tejido resistente y una capa de aislante serán más que suficientes para no tener problemas con el frío. Además, como mencionamos al principio, emplear unos buenos calcetines junto con el calzado  resulta esencial. Por último, aunque no se trate de ropa de trabajo como tal, las prendas interiores también juegan un gran papel. Contar con tejidos que transpiren la humedad y conserven la temperatura es algo necesario que siempre debemos valorar.

Llegados a este punto, queda claro que todas las precauciones son pocas en climas adversos y durante los meses más fríos. Por ello, contar con todo el equipo necesario, incluidas las botas de seguridad para frío extremo, es primordial para trabajar con las máximas garantías. En ese sentido, la elección del calzado y las prendas dependerá de las que mejor se adapten a las tareas a realizar, además de cumplir con unos requisitos mínimos para asegurar el bienestar del operario en este contexto.

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