Del mismo modo que cualquier empresa líder, uno de los objetivos de Azucarera es reducir la siniestralidad y cualquier otro suceso negativo que afecte a la seguridad, la salud o el bienestar de las personas.
Los indicadores de siniestralidad nos han sido útiles y nos han ayudado durante mucho tiempo, pero por sí solos adolecen de ciertas carencias: la principal, la visión de túnel.
– Cuando nos focalizamos únicamente en indicadores de siniestralidad, nuestra atención y recursos se limitan al análisis de eventos negativos. Estos eventos suponen un número muy inferior a los eventos positivos que ocurren, por ejemplo, en cada turno de trabajo. Estamos, por tanto, perdiendo la oportunidad de entender y aprender cómo funciona nuestra empresa, nuestros equipos y lo que realmente ocurre en el día a día.
– Los índices de frecuencia, incidencia, gravedad, etc., no están alineados de manera directa con las áreas y las líneas de actuación que nos marcamos en la planificación preventiva. Si nuestra estrategia incluye acciones como el desarrollo de planes de formación y competencia, reuniones de coordinación con contratas o la adopción de medidas técnicas para la reducción de ruido, ¿qué sentido tiene que los principales indicadores de seguridad y salud giren principalmente en torno al número de accidentes por horas trabajadas o la duración de las bajas?
Resultado sostenible
Si queremos un resultado sostenible y una cultura fundamentada en la seguridad, la salud y el bienestar de las personas, no podemos limitarnos a esperar, analizar y aprender de lo ocurrido. Toca ir más allá.
– Toca evolucionar y ampliar miras.
– Toca dibujar una estrategia que sirva como hoja de ruta, que contemple todas las áreas en las que es necesario intervenir y que defina unas líneas de actuación.
– Toca definir unos indicadores proactivos que complementen a los indicadores de siniestralidad y que nos permitan medir, no solo la ausencia de accidentes, sino también la presencia de seguridad. Porque como buenos prevencionistas lo sabemos: que no haya accidentes no significa que nuestras condiciones de trabajo y nuestros comportamientos sean siempre 100% seguros y saludables.
Con esta necesidad de evolución y con el compromiso firme de hacer de la seguridad una forma de vida, en Azucarera pusimos en marcha hace más de 5 años nuestro “índice de salud y prevención”, un índice que evalúa nuestro desempeño preventivo en las que nosotros hemos definido como áreas clave:
– Cultura preventiva.
– Gestión preventiva.
– Procedimientos de tarea.
– Empresa saludable.
– Siniestralidad.
Anualmente con los directores de fábricas y centros de envasado marcamos para cada una de estas áreas unos objetivos específicos y evaluamos el desempeño desde una doble perspectiva.
Por un lado, cada una de estas áreas cuenta con subindicadores de gestión, liderazgo e integración, considerando por tanto nuestros sistemas de gestión, pero también las personas que lo implementan y mejoran cada día. Por otro lado, cada uno de estos subindicadores tiene un mayor o menor peso, en función de los aspectos que necesitamos potenciar en las diferentes fases de nuestra estrategia a medio plazo.
Gestión
Así, por ejemplo, en el Área de Cultura Preventiva se establecen subindidicadores que evalúan nuestra gestión con el personal de contrata. Estos subindicadores miden el número de reuniones CAE realizadas frente a las planificadas, pero también evalúan la asistencia y participación por parte de los distintos responsables, de modo que además de promover su realización, se promueva la participación de todos los implicados en la planificación y coordinación semanal de los trabajos en fábrica.
La evaluación conjunta de estos subindicadores da como resultado nuestro desempeño preventivo en un área clave. La evaluación de todas las áreas, nos da el índice de salud y prevención del centro y en un escalón más obtenemos el resultado a nivel de compañía.
Este índice se analiza y comparte de manera detallada a todos los niveles a través de un sistema estructurado de reuniones mensuales. De esta forma, todo el mundo tiene claro cuáles son los objetivos de seguridad, salud y bienestar a alcanzar y cómo avanzamos hacia ellos, pudiendo además participar regularmente en la propuesta de acciones de mejora o corregir aquellos que presentan alguna desviación.
El índice de salud y prevención de Azucarera:
· Sirve de guía en la implantación de nuestra planificación preventiva y por ende de nuestra estrategia.
· Facilita de manera simple una visión completa de toda la actividad y del esfuerzo preventivo realizado.
· Promueve la concienciación y el reconocimiento al buen trabajo en términos de implicación, liderazgo e integración.
· Ha sido objeto de reconocimiento público, nacional e internacional, ocupando la primera posición en el Galardón a la Excelencia Preventiva en los AB Sugar Focus Awards 2018 y siendo parte del Proyecto de Cultura Preventiva ganador en los Food and Drink Health & Safety Awards 2019 organizados por IOSH, convirtiéndonos en la primera empresa española en alzarnos con tal reconocimiento.
