Hablar de las setas protectoras para esperas de ferralla en obra es un tema muy importante si tenemos en cuenta la cantidad de accidentes reales en obra relacionados con la ferralla.
Hay que distinguir entre los accidentes por posibles cortes por rozaduras y aquellos producidos por impacto sobre la ferralla, personas que caen sobre la seta protectora; estas caídas pueden ser a un mismo nivel o bien a diferente nivel. Un simple tropiezo y caída sobre el hierro a 30 centímetros de altura con una seta protectora clásica de un solo material sería suficiente para producir un accidente que deberíamos haber evitado.
Nosotros planteamos una comparativa, ya que el accidente con la ferralla es parecido a la cornada de un toro para un torero. La diferencia está en que el toro es el que se mueve y el torero está parado; en el caso de la ferralla en obra, el efecto es el contrario: el hierro está parado y es el cuerpo humano el que cae sobre la misma, pero el impacto es comparable. También hay que tener en cuenta que la cornada de un toro es limpia, el cuerno no tiene retenciones y posee forma cónica, lo que significa que penetra pero sale con facilidad. En cambio, la penetración de la ferralla es diferente, pues el hierro sí que tiene estrías que impiden su salida y su forma no es cónica, lo que hace que resulte muy doloroso. El operario tiene que esperar la llegada de los bomberos para ser liberado de la ferralla e ir al hospital con el trozo de hierro cortado por estos de la base de hormigón, y será allí donde le saquen el hierro que le queda en el cuerpo.
Los bomberos de todas partes de España me comentan las situaciones tan dramáticas a las que tienen que enfrentarse en el caso de accidentes con la ferralla. Son muchísimos los accidentes reales que ellos ven y, cuando llegan al lugar del accidente, se encuentran al operario en la ferralla “como una oliva en un palillo”; es una imagen impresionante, con comentarios y sonidos dramáticos.
Hay que tener en cuenta que el accidente con la ferralla no es siempre igual, la penetración puede producirse en cualquier parte del cuerpo, y en algunas ocasiones puede ser mortal.
Teniendo en cuenta estos detalles, ya sabemos que el impacto en una caída no lo vamos a poder evitar, pero sí la penetración del hierro oxidado en el cuerpo y el posterior drama personal, empresarial y familiar. He aquí la importancia de que la normativa regule estos elementos.
Algunas consideraciones
“Ante esta situación, un grupo de fabricantes, usuarios, laboratorios y la propia Administración solicitaron a la Asociación Española de Normalización (AENOR) la creación de un grupo de trabajo con el propósito de elaborar una norma que sirviera para establecer una mayor transparencia del mercado, una óptima seguridad para los usuarios y una mejora de la competitividad”, según comenta Gustavo A. Arcenegui Parreño, del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT). AENOR autorizó la creación del grupo de trabajo.
“Este documento –continúa explicando Arcenegui– tras el procedimiento correspondiente se convertirá en norma UNE, lo que servirá, por un lado, para que los fabricantes puedan poner en el mercado setas evaluadas conforme a la norma que nos ocupa; por otro, para que los usuarios puedan adquirir un producto que cumple unos requisitos establecidos y garantizados; y, finalmente, para que la Administración pueda disponer de un criterio sobre la calidad de estas protecciones”.
Por su parte, Sara Bresó y Carlos Lozano, del Laboratorio de Elementos de Seguridad (Aidico), señalan que “en estos momentos se ha avanzado de forma importante, y actualmente podemos encontrar algunos productos de fabricación nacional que cubren de forma eficaz el riesgo de perforación de la armadura. A corto plazo dispondremos de una norma técnica que contemple específicamente los requisitos de este producto, lo que se traducirá en la instalación de estos dispositivos en las obras de construcción, habiendo superado previamente los métodos de evaluación, y con un marcado permanente con la información necesaria que lo avala como producto seguro. La norma ayudará a la concienciación por parte de algunos usuarios del peligro de seguir empleando unas protecciones que no son válidas para cubrir según qué riesgos”.
Joaquín Ruiz Lacárcel, de Construcciones Villegas, afirma que “en la actualidad el empleo de piezas plásticas individuales –setas de protección– se encuentra implantado en las obras de construcción como un elemento de protección de las terminales de las armaduras de acero, no siendo en la mayoría de los casos eficaz ante situaciones críticas, como caídas de trabajadores sobre las mismas”
Finalmente, Ramón Pérez Merlos, de Etosa, asegura que “las setas de protección deben protegernos del riesgo de impacto con las esperas para caídas al mismo nivel o a pequeñas alturas (menos de dos metros). Añade Pérez que, “con la normativa, los usuarios tendremos la certeza de que lo que estamos utilizando va a servir para que un trabajador no se corte o se clave una espera en caso de impactar contra ella”.
Posicionamiento en obra
Nuestra investigación de más de tres años está basada en todos los datos recopilados anteriormente. Y nuestro objetivo es la prevención del accidente grave o mortal.
Hemos escuchado los gritos de auxilio de las empresas, operarios, Administración, en un tema tan difícil de controlar como son estos accidentes, con respecto a los cuales, con anterioridad a nuestro producto, no se disponía de protecciones válidas para evitarlos. No olvidemos que los que realmente necesitan estas protecciones que soportan impactos son las empresas y los operarios, para evitar el accidente y sus posibles consecuencias.
Actualmente, algunos de los futuros clientes me comentan que conocen nuestro producto porque los inspectores de obra se lo han mostrado y explicado. Y, no dando crédito a lo que escucho, les pregunto que por qué no posicionan las setas, y me contestan que las centrales de compra tienen que aprobar el producto. Este técnico no se da cuenta de la situación tan complicada que se ha creado con un juego de tres: a) por un lado tiene al inspector de trabajo, que le ha mostrado nuestro producto; b) por otro lado está él mismo como técnico, pero sin poder tomar decisión de compra; c) finalmente está la empresa X, que, siendo la posible perjudicada, es ajena a este problema.
Hay que tener en cuenta que el inspector de trabajo no puede obligar a la empresa a posicionar las setas, pero, en caso de accidente, nadie le podrá decir al inspector que el técnico de la empresa X, como representante de esta, no era consciente de la existencia del producto, porque el propio inspector fue el que se lo mostró. La empresa puede tener un grave problema si ocurre un accidente por no utilizar un producto que existe en el mercado, a pesar de que no haya salido la normativa (Ley de Contratos del Sector Público).
Nuestra obligación para todos los modelos que deban soportar impactos es pasar las pruebas de impactos antes de salir al mercado y ofrecer seguridad a nuestros clientes en materia de prevención con las caídas fortuitas con la ferralla, ya que han sido creadas para esa función. Se trata de un producto de seguridad que tiene tras de sí un estudio de física aplicada y otro importante estudio de diseño, además de suponer innovación dentro de su sector y contar con patente internacional y pruebas de impactos diversas realizadas durante dos años hasta lograr nuestra meta. Asimismo, posee una imagen y unas características técnicas diversas, es bicolor y es posible incorporar la imagen corporativa del cliente en color sobre el producto, con reflectante para seguridad vial. Pero el objetivo final es su posicionamiento en obra ya que, por mucho que proteja y se explique cómo funciona el producto, esté expuesto en ferias de prevención, lo saquen en revistas técnicas, le den premios y todos los profesionales tengan claro que es importante en su actividad diaria, toda la investigación y el trabajo no sirve de nada si no se posiciona en obra. Y esto es decisión de las empresas, sus jefes de obra, jefes de compra, jefes de prevención, técnicos de prevención, etc. Ellos tienen la decisión y el poder de compra. Si las empresas no posicionan el producto, las distribuidoras no lo compran porque nadie se lo pide. Este producto no está diseñado ni pensado para que esté sobre la mesa como pisapapeles, aunque sea bonito, en lugar de ser posicionado en obra. Hay que tener en cuenta que es un producto de seguridad y protección.
Esperemos que todo el engranaje que forma el conjunto se decida por la prevención y seguridad para su empresa y para ellos mismos. “Cero accidentes con la ferralla”. Nosotros hemos creado el “polvorón” y lo ofrecemos en bandeja de plata, pero ellos deben alargar la mano y probarlo.