El objeto del presente artículo es exponer y explicar la normativa actual existente aplicada para formar a un operador de plataformas elevadoras móviles de personas (en adelante PEMP) desde una perspectiva de uso seguro. No obstante, en lo referente a cualificar y formar a una persona en cualquier ámbito profesional, a menudo se presenta la siguiente cuestión: “¿qué se considera formación adecuada?»
Para poder responder a esta pregunta, empezamos analizando la normativa o reglamentación existente al respecto, así como toda documentación relevante que pueda ser de utilidad.
Actualmente, a la hora de trabajar y utilizar PEMP de manera responsable y segura, hay que tener en cuenta principalmente el marco normativo tanto en materia de prevención, seguridad y salud, como en seguridad de producto (por ejemplo, el Marcado CE).
Normativa española
En España, si analizamos la normativa en cuestión en los aspectos de formación, destaca básicamente como referencias principales:
- Artículo 17 y 19 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
- Real Decreto 1215/1997.
- V Convenio de la Construcción y Real Decreto 1627/1997.
- Real Decreto 2177/2004.
Como puede comprobarse en base a este diagrama, lo primero y necesario que debe aplicarse en formación de un usuario u operados en materia preventiva es:
- Aquello exigido en los artículos 17 y 19 de LPRL como formación mínima necesaria de los riesgos de trabajos para la actividad que ejerce y realiza con dicho equipo de trabajo. Esta labor debe impartirla los servicios de prevención en sus distintas vertientes (servicios propios mancomunados o ajenos).
- Convenio de la construcción. Dicha formación sectorial tiene como misión exponer y prevenir los riesgos específicos propios en los distintos oficios que nos podemos encontrar en las obras de construcción.
- Anexo I y II Real Decreto 1215. Tal y como indican, tiene como finalidad el proporcionar una formación específica en el equipo de trabajo y su uso seguro.
- Se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo en materia de trabajos temporales en altura.
En lo que respecta a los dos primeros apartados de la normativa, es bien conocido por todos cuales son los contenidos formativos, así como las cualificaciones mínimas y oficiales que los docentes deben poseer para impartir dicha formación, ya que hasta la fecha está claramente legislada, y existe al mismo tiempo numerosa documentación técnica de referencia.
¿Y qué pasa sobre la formación específica sobre PEMP?
Hasta la presente fecha no existía en la legislación española ninguna referencia a un programa formativo específico sobre el uso de forma segura de las PEMP. Es decir, no había ninguna guía ni normativa que pudiera orientar o indicar los contenidos o las cualificaciones o experiencias de los docentes o instructores para impartir esta formación de una manera fiable y profesional. La única posibilidad hasta ahora de obtener una formación estructurada en base a una normativa reconocida internacionalmente era a través de la ISO 18878, norma que IPAF refleja en su programa de formación para operadores de PEMP, entregado en sus más de 400 centros de formación presentes a mundialmente. Dicha norma, que IPAF y sus centros de formación afiliados han ido aplicando a su método de formación desde hace más de una década, establece entre algunos de sus aspectos más relevantes en términos de contenidos mínimos y procedimientos de aprendizaje del programa formativo básico necesario para un operador tanto en su parte teórica como práctica.
En el momento de la publicación del presente artículo estará ya vigente la “UNE 58923 Plataformas elevadoras móviles de personal (PEMP). Formación del operador”, en la cual IPAF ha sido uno de los miembros activo en su redacción y elaboración dentro del Subcomité 58 de AENOR. A rasgos generales esta norma viene a exigir los requisitos que ya solicitaba la ISO 18878.
Destacar que, además, va a servir de referencia para que los distintos agentes de nuestro país (servicios de prevención, coordinadores de seguridad y salud, recursos preventivos, jefes de obra, etc.) que intervienen en las actividades de prevención y seguridad, puedan, a partir de ahora, solicitar que la formación de un operador de PEMP (mediante certificado o carnet), sea emitida por una empresa formadora que esté homologada y certificada bajo esta norma por una entidad acreditada (TÜV, Bureau Veritas, SGS, etc).
Estos aspectos que estamos exponiendo, y en especial la publicación de esta nueva UNE, tiene gran importancia y relevancia para poder combatir la alta siniestralidad que se dan en los trabajos en altura y que en España el pasado año ha rondado el 40% de estos. El tener personal con formación adecuada y de calidad es fundamental en cualquier ámbito industrial ya que está admitido y comprobado que su rendimiento en el puesto de trabajo es más eficiente y este aspecto es de mayor importancia y criticidad cuando aludimos a la seguridad a la hora de realizar una actividad.
Riesgo y probabilidad
Cuando se habla de prevención y seguridad hay dos parámetros fundamentales que es necesario gestionar lo mejor posible: la minimización del riesgo (o su eliminación si es posible), y la probabilidad de que este ocurra.
Cuando se realizan trabajos en altura utilizando PEMP nunca se pueden eliminar por completo los riesgos (aunque la PEMP disponga de un mantenimiento correcto, sus revisiones de seguridad, etc.) con lo cual es fundamental concentrar la mayor parte de los esfuerzos en disminuir al máximo la probabilidad de que puedan aparecer circunstancias que generen el riesgo que conlleva a un accidente.
Para poder tomar medidas encaminadas a conseguir disminuir dicha probabilidad es fundamental que el personal disponga de una formación específica adecuada en el uso de este tipo de equipos. Entre las acciones que se pueden considerar está el programa formativo impartido por los centros homologados de IPAF u otros debidamente certificados que cumplan con la nueva UNE 58923.
Medidas preventivas y seguras
El disponer de operadores de PEMP que hayan sido instruidos bajo un programa formativo, como el que indica la UNE 58923, facilita y ayuda a que se apliquen medidas preventivas y de manejo seguro entre las que cabe destacar algunas como:
- Elegir la PEMP adecuada para el trabajo a realizar.
- Identificar convenientemente el estado de seguridad de la máquina.
- Valorar y evaluar las condiciones del entorno y cómo puede influir en el trabajo a realizar.
- Conocer las particularidades de la PEMP (familiarización).
- Llevar a cabo una estabilización correcta de la máquina.
- Evitar maniobras temerarias que sobrepasen los límites de trabajo de la PEMP, etc.
Todas estas medidas contribuyen de forma considerable a disminuir la probabilidad de accidente y solo es posible con la concienciación de todos y en particular de las empresas que realizan trabajos utilizando estas máquinas. No obstante, es vital y de suma importancia, si queremos evitar accidentes con PEMP, la colaboración de todos los agentes principales anteriormente mencionados, que intervienen en las distintas actividades en las que se utilizan estas y con dicha cooperación seguro que será más fácil mejorar las condiciones de trabajo de forma más segura en lo que se refiere su utilización.
Probablemente, algún lector se preguntará cuál es la obligatoriedad de aplicar esta norma UNE 58923. Ante esta posible cuestión y para obtener una respuesta cabría aplicar el sentido común y preguntarse: “aunque no sea obligatoria su aplicación, ¿puede ayudarnos a mejorar la seguridad de las personas que trabajan con PEMP?”.
Desde IPAF, como única federación internacional dedicada a la promoción de las buenas prácticas en el uso de las PEMP, llevamos ya aplicando los criterios de esta nueva norma UNE a través de la ISO 18878 y estamos a disposición de toda persona o empresa interesada que necesite información, sobre cualquier aspecto relativo al trabajo seguro con PEMP.