“La riqueza de las empresas depende de la salud y el bienestar de sus trabajadores” (1948).
Parece obvia esta afirmación de hace casi 80 años. Sabemos que si estamos motivados porque nos gusta nuestro trabajo y lo realizamos en buenas condiciones, trabajamos más, con más calidad y, además, se reduce el absentismo. Y no puedo encontrarme a gusto desempeñando mi trabajo si las condiciones en las que lo desarrollo (espacio para movernos, luz, ruido, humedad, polvo, humo…) no son las adecuadas.
Vamos a centrarnos en el aire que metemos en nuestros pulmones cuando trabajamos.
¿Cómo funciona nuestro sistema respiratorio?
- Inhalo aire: para suministro a nuestro cuerpo del oxígeno necesario para el funcionamiento de nuestras células.
- Exhalo aire: expulso el “producto de desecho”: el CO2.
¿Cuáles son nuestros “filtros naturales”?
1. Para “partículas visibles” (tamaño > 10 micras).
Filtros naturales que las atrapan: vello de la nariz y garganta. Por ejemplo: hollín, polen, pequeños insectos…
2. Para “partículas invisibles” (tamaño < 10 micras).
De 1 a 10 micras: atrapadas por los bronquios.
< 1 micra: pasan directamente a los alveolos
(1 micra= 1000 partes de milímetro)
Nuestros alvéolos
En los alvéolos la sangre se oxigena con el aire fresco que inhalamos y se expulsa CO2 cuando exhalamos.
Esto se realiza sobre una superficie muy grande (aprox. 80 m2) y, por ello, la velocidad del movimiento del aire es muy baja y gran parte de las partículas < 1 micra quedarán atrapadas en los alveolos dificultando drásticamente su función de “limpieza” de nuestra sangre.
Y un altísimo % de las partículas generadas en procesos industriales son < 1 micra.
Por desgracia, esta imagen no es extraña, ¿verdad?
¿Hay solución? Claro que sí: capturando el contaminante en su origen y antes de llegue a nuestras vías respiratorias.
Si captamos -antes de que los respiremos – los contaminantes que generamos en el desempeño de nuestro trabajo de soldadura, amolado, lijado, pulido…, en industria o impedimos que los gases de escape de los vehículos salgan al exterior en el sector de automoción conseguiremos de forma inmediata:
– Trabajar más a gusto.
– Rendir más.
– Reducir las paradas diarias necesarias para “tomar un respiro”.
– Más eficacia en nuestras funciones.
– Reducir de forma drástica el absentismo.
Solo debemos interponer entre el foco de contaminación y nuestros pulmones un sistema que capture los contaminantes y, o los filtre para devolvernos al interior, o los expulse al exterior.
En Barin, desde 1973 nos preocupamos por la salud de los trabajadores y ponemos a disposición de nuestros clientes sistemas y equipos diseñados específicamente para solucionar cualquier problema de contaminación en el aire en los puestos de trabajo.
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