Seguridad Laboral Latam 8

51 Segundo semestre 2019 colaboradoras y/o contratistas–); la actividad minera cuenta con el DS 132 “Reglamento de Seguridad Minera” (exclusivo para el sector) y que las faenas mineras son fiscalizadas por el Serna- geomin –y otros organismos públicos– no se ha podido reducir la fatalidad en la minería? Explicaciones, motivos o circunstancias pueden buscarse –y quizás hasta encontrarse– pero, desgraciadamente, en la mayo- ría de los casos, una sucesión de actuaciones, decisiones o rela- ción de causas conocidas son las que terminan provocando el fallecimiento de los trabajadores. Así entonces, a opinión de este profesional, no basta con in- corporar sistemas de gestión de seguridad, estimular la partici- pación de los trabajadores en campañas de seguridad, explicar- les como un accidente repercute en el trabajo en su vida diaria o capacitarlos –e internalizar– con las personas “el autocuida- do”. Entre otras acciones, lo que falta es aplicar la experiencia o, en otras palabras “…las enseñanzas que nos ha dado la historia de la minería…”, la que ha demostrado que “cualquier trabajo que se realice en el área minero mineralúrgica” (y seguramente en cualquier área industrial) serio, responsable y formal involu- cra operaciones y/o procesos, pero también –necesaria y obli- gatoriamente– debe efectuarse sobre la base de un proyecto. En efecto, las operaciones y procesos son todas aquellas “accio- nes” tendientes a la producción (de bienes o de servicios) mien- tras que el proyecto es la “planificación, organización, dirección y control” de dichas operaciones y/o procesos. En este contexto, es importante tener presente que, aun- que las operaciones-procesos y los proyectos comparten mu- chas características; por ejemplo: son desarrollados con limita- dos recursos, son planeados, ejecutados y controlados por per- sonas y hasta se puedan traslapar, en esencia son distintos… ¿Por qué? Básicamente, porque las operaciones y/o procesos son sucesivos y repetitivos mientras que los proyectos son tem- porales y únicos. Nota : “temporal” quiere decir que cada proyecto tiene un co- mienzo definitivo y una terminación definitiva y “único” se refiere a que los proyectos involucran hacer algo que no se ha hecho antes y, además, que pueden ser desarrollados en todos los niveles de la or- ganización, involucrar a una sola persona o a miles, o bien, pueden requerir menos de 1 o más de 1 millón de horas para completarse. Así, entonces –y en la minería no es la excepción– los pro- yectos son temporales y únicos y, aunque la categoría a la que pertenezca sea grande, un producto o un servicio también es único... Por ejemplo, muchos túneles o galerías han sido desa- rrollados en cientos de minas en el mundo, pero cada labor en sí es única porque aun cuando puedan tener el mismo diseño, en la práctica, las condiciones geológicas y geomecánicas, así como las maquinarias, equipos y personal son diferentes y, en consecuencia, la presencia de elementos repetitivos no cambia fundamentalmente la característica de ser único. Características Debido a que el resultado de cada proyecto también es único, las características que distinguen el producto o servicio deben ser elaboradas progresivamente, es decir, “en pasos o etapas de- finidas con cuidado y al detalle”. Las características distintivas se- rán definidas de manera amplia en una etapa inicial del proyec- to, pero serán cada vez más y más explícitas y detalladas a medi- da que este se desarrolla o se genera. Por lo tanto, “para el éxito de un proyecto es necesario completar los trabajos a tiempo, no salirse del presupuesto y asegurarse de que los clientes queden satisfechos con el trabajo…”. Esto parece sencillo, pero ¿cuántos proyectos quedaron a medio camino, fueron finalizados fuera del plazo, su costo superó lo presupuestado o no cubrieron/alcanza- ron las necesidades de sus clientes? Ejemplos sobran. En consecuencia, una planificación de cualquier índole debie- ra –al menos– ser capaz de abordar las siguientes interrogan- tes básicas: ¿Qué? Se establecen los objetivos. ¿Para qué? Justificación del proyecto. ¿Cómo? Se listan las actividades y sus relaciones. ¿Con qué? Se identifican los recursos. ¿Dónde? Ubicación física. ¿Cuándo? Definición del programa (depende de “cómo”, “con qué” y “dónde”). ¿A qué costo? Definición de los gastos involucrados (depen- den de “cómo”, “con qué” y “cuándo”). ¿Quién? Asignación de responsabilidades. Salud laboral En conclusión, si bien es cierto que es importante lograr una mayor productividad, también es primordial mejorar la llama- da “salud laboral” pero, fundamentalmente, es imperativo consi- derar en los proyectos mineros el mejoramiento de las relacio- nes humanas. Aunque en la actualidad la mayoría de las organi- zaciones –y muchas personas, me incluyo– reconocemos que los métodos (operaciones y procesos) así como también los proce- dimientos empleados han mejorado con el correr de los años, todavía queda mucho por hacer, especialmente en materia de “seguridad laboral e higiene industrial”, pues en este sentido no basta esa frase que dice “las personas persistentes valoran más lo alcanzado (porque ha sido difícil de alcanzar), trabajan más duro y mejoran su sensación de autoeficacia...”, porque, desa- fortunadamente, los “peligros” presentes en la actividad minera no distinguen a las personas, están ahí, presentes para todos. Muchos túneles o galerías han sido desarrollados en cientos de minas en el mundo, pero cada labor en sí es única PRL EN el sector minero

RkJQdWJsaXNoZXIy ODM4MTc1