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89 Segundo semestre 2018 a poner límites en las actividades de las personas, ya que, mu- chas veces alguna de ellas no tiene las competencias necesarias para trabaja en forma segura. Volviendo a la de nición de “paradigma”, con esta propuesta estamos cuestionando la base del paradigma anterior en térmi- nos del rol de la seguridad en las organizaciones. Creemos que debe poner esfuerzos importantes en desarrollar a las perso- nas para hacerlas más competentes y desarrollarlas en todo su potencial. Debe creer en que las personas pueden ser más pro- ductivas y más seguras en la medida en que las hemos prepara- do mejor y como consecuencia de ello son más competentes. Competencias especí cas Un tema relevante que debemos analizar con relación a las competencias de las personas, es que nos debemos enfocar no en las competencias en general, sino en aquellas competencias especí cas que las personas requieren para hacer su trabajo en forma productiva y segura. Para ello sería muy interesante ge- nerar algún tipo de indicador que nos muestre “que tan bien se hizo bien lo que se tenía que hacer”, de manera de poder dise- ñar así entrenamientos y prácticas especí cas para las personas y se irán ajustando en el tiempo. Resta ver si este nuevo rol que proponemos para la seguri- dad se puede concretar en las organizaciones y les permita a estas llegar a nuevos logros en seguridad, rompiendo la tenden- cia estadística actual de “aplanado” que mencionamos al inicio del artículo. Para lograr esto, la organización en su conjunto, y no sólo la seguridad, debe avanzar en el conocimiento de cómo cambiar una cultura de seguridad muy arraigada en ella. ¿Toma- remos el desafío? signa) de eliminar los riesgos. Es de destacar que no es posible eliminar todos los riesgos ya que no existe actividad humana sin riesgos . Los riesgos remanentes deben ser minimizados –en las normas internacionales de sistemas de gestión de seguridad y salud existe una jerarquía de controles que se deben aplicar para lograrlo– y el resultado nal es que el rol de la seguridad se materializa en limitar, limitar, limitar… Si buscamos en el diccionario de la Real Academia Españo- la, encontramos que de ne “paradigma” como “teoría o con- junto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que ministra la base y modelo para resolver problemas y avan- zar en el conocimiento”. Para re exionar sobre cómo cambiar el paradigma actual, un hecho bien documentado que nos puede servir para esto, es el de comparar los niveles de seguridad de las autopistas america- nas (US Highway) con las alemanas (Autobahnen). Las autopistas interestatales americanas tienen velocidades máximas de entre 55 y 75 millas/hora. Las Autobahnen alema- nas tienen velocidades mínimas de 50 millas/hora, pero no tie- nen límite de velocidades máximas para la mayor parte de sus más de 10.000 km de extensión. Sin embargo, la tasa de fata- lidad de Alemania llega consistentemente casi a la mitad de la tasa de fatalidad de USA. ¿Cómo puede ser que las Autobahnen sean a la vez más rá- pidas y más seguras? Obviamente existen varias diferencias entre unas y otras y va- mos a centrar nuestro análisis en un requisito fundamental que tiene que ver con la preparación y exigencia con relación a la obtención de la licencia de conducir. Las exigencias en Alema- nia son muy superiores en tiempo, costo y esfuerzo compara- das con las de USA, las cuales, además tiene requisitos diferen- tes en el territorio, ya que la emisión depende de cada Estado. Pero el resultado es que los conductores que nalmente obtie- nen la licencia de conducir en Alemania son más competentes (tienen mayor conocimiento, habilidad y experiencia) y esto los hace estar mejor preparados para enfrentar los riesgos relacio- nados con la conducción en autopistas. ¿Podríamos ahora transferir esta misma lógica a nuestros pro- cesos productivos? Sin duda alguna que podemos hacerlo. Si así lo hiciéramos, deberíamos mejorar las competencias de nuestro personal para que se puedan enfrentar a situaciones de riesgo sin salir heri- do. De esta forma nuestro personal tendría más conocimientos, más habilidades y más experiencia para desarrollar sus activida- des. Estarían mejor preparados, y consecuentemente podrían no sólo trabajar en forma más segura, sino que también hacerlo mejor y más rápidamente, es decir, que serían más productivos. El nuevo paradigma que proponemos es que debemos pen- sar a la productividad y a la seguridad como un concepto con- vergente. La seguridad debe apoyar decididamente a la produc- ción para que ésta pueda lograr mejores resultados. Para poder cambiar su rol, la seguridad debe apostar fuertemente en hacer más competentes a las personas y no como lo hace hasta ahora, La seguridad debe apoyar decididamente a la producción para que ésta pueda lograr mejores resultados

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